La caja de Tolaas contiene 3 ampollas llenas de 1500 moléculas de olor abstracto, es decir, que no huelen a nada en particular. Es por eso que están 'libres de memoria', que no están relacionadas con ningún momento ni persona. Para vincularlas a algo en concreto - una boda, un cumpleaños, una tarde de amor sin control o una ruptura, lo que tú quieras - el propietario debe abrir una cápsula e inhalar. Así, al cerrar la cápsula, las partículas quedan asociadas a esa situación y podrá trasladarse hasta ella - con los ojos cerrados, como cuando intentas hacerlo en tu memoria- todas las veces que quiera hasta que, al cabo del tiempo, se evapore el líquido de su interior.
Este proyecto es parte de un trabajo de varias décadas, ya que la investigadora ha pasado 20 años viajando por el mundo y recopilando olores para comprender, a través de las matemáticas, la química, el arte y las lenguas, su significado y todo lo que va ligado a ellos.
Unas cápsulas de nostalgia que hacen verdadera magia. Quien sabe si, a partir de ahora, en vez de desvelar qué pintas teníamos desempolvando álbumes de fotos, empezaremos a sacar nuestros kits de memoria olfativa en las reuniones familiares.