¿Se ha convertido Madrid en la única salida para la ambición de los mileniales?

La capital siempre ha engullido el talento de las provincias, pero en los últimos años la migración hacia la capital se ha disparado

Cada año llegan a Madrid 100.000 personas nuevas. Vienen de todas las provincias de España, con formación y muchas expectativas de hacer carrera. Cada vez son más los que optan por la capital porque les ofrece oportunidades, algo que en las provincias ya no se encuentra. De hecho, si durante los años 80 y 90 se despobló el campo por la industrialización de toda la maquinaria, ahora estamos ante una despoblación de las ciudades medianas que hasta ahora mantenían una estructura económica potente, según un especial de El Confidencial que explica el fenómeno con datos, testimonios y análisis.

Barcelona, si bien se mantiene como el segundo polo urbano de España, está perdiendo fuelle respecto a Madrid. Al menos por lo que hace a inmigración de españoles el estudio no da datos de trabajadores extranjeros, pero la capital catalana es una de las ciudades más importantes de Europa a nivel de startups. Pero la inestabilidad política de los últimos años en Cataluña ha consolidado Madrid como el principal destino de los jóvenes cualificados: el 65% de los millennials que llegan a la ciudad tienen estudios universitarios frente al 47% de los que llegan a Cataluña. En el artículo citan a varios, pero no hace falta ir a buscar testimonios desconocidos. La mayoría de nosotros vivimos en Madrid o tenemos amigos allí. Y todos hacemos o conocemos gente que hace lo de irse a casa el fin de semana, los puentes o las vacaciones.

De Valencia, de Málaga, de Zaragoza, de Mallorca, de Tenerife... llegan después de la universidad a hacer un máster o con un máster ya hecho y buscan incorporarse a un sector que les permita crecer. Madrid concentra el 40% de los nuevos puestos de trabajo relacionados con la tecnología y allí están las oficinas de Google, Facebook o Amazon, los gigantes que dominan el panorama en Internet, siempre según El Confidencial. Lo que más expulsa Madrid es, precisamente, a los jóvenes sin estudios: el 70% de los que se fueron entre 2013 y 2017 no había ido a la universidad.

Y luego viene todo lo demás: el ocio, el consumo, la sensación de estar "donde pasan las cosas" que nos mueve tanto a los jóvenes. Una vez allí, se acumulan y empiezan a luchar contra la precariedad, el precio de los alquileres, la gentrificación o la contaminación. Todo está relacionado. A su vez, los límites de la ciudad se expanden más allá de la Comunidad de Madrid para llegar a las comunidades autónomas aledañas. Allí, la gente huye del centro, cada vez más colapsado, buscando precios de vivienda razonables y calidad de vida. Pero el precio a pagar es el tiempo que pasan en el transporte.

La migración existe desde que existe la humanidad, pero está claro que los jóvenes que estamos queremos ver cómo nuestros esfuerzos para formarnos se corresponden con una carrera profesional y mejores condiciones laborales. Hace unos meses, reflexionábamos sobre por qué los mileniales estamos obsesionados con empezar de cero. Una de las respuestas está aquí, aunque no es, ni mucho menos, la única: no nos conformamos con menos.