Viajes y posados en Instagram, debates infinitos y odio en Twitter, ligoteo o pareja en Tinder. Y trabajo en Infojobs y LinkedIn. Aunque cuando hablamos de obsesión por las redes nos vienen a la mente sobre todo Instagram y Twitter, hay una red social con una cultura y un vocabulario propio donde se unen las adicciones al trabajo y a las redes. Es LinkedIn, y no es oro todo lo que reluce.
Aunque cuando hablamos de positivismo tóxico pensemos en Mr. Wonderful, a veces LinkedIn se llena de mensajes promoviendo el éxito o celebrando ascensos que pueden ser dañinos si te pillan en un día bajo. Historias de superación de directores creativos, palmaditas en la espalda de gente con poder a trabajadores que sientes que a ti nadie te da, y aquel mensaje impersonal sobre que no has sido admitidx en un trabajo al que aplicaste y que tanta ilusión te hacía, una negativa que ni siquiera se han molestado en redactar para ti personalmente.
Por otra parte, esa ilusión te puede poner de los nervios. Gente que ensalza la cultura de una empresa cualquiera que sabes que se porta fatal con los empleados, ejemplos inventados de aquel que ganó un millón de euros porque leía no sé cuántos libros al día y hacía 20.000 abdominales o sentadillas y consejos baratos sobre cambiar de perspectiva que no te sirven porque no tienes un duro y ya te has reinventado muchas veces y ni siquiera has estado nunca en una zona de confort.
No obstante, LinkedIn es también una herramienta muy útil. Te conecta al trabajo de personas que te interesan y te permite establecer contacto con ellas muy enfocado a lo profesional. Con solo ver el perfil de alguien, le aparecerá que lo has hecho y puedes despertar su curiosidad para que entre en el tuyo y pueda ver tu experiencia laboral en tu currículum. Es la mejor red social de presentación laboral que existe.
Ahora bien, ¿llega la hora de dormir y hasta última hora estás mirando las notificaciones y empleos de Linkedin? ¿Es lo primero que ves por la mañana? ¿Incluso de vacaciones en pleno agosto la miras tres o cuatro veces al día? ¿Sientes angustia por el éxito profesional de otras personas? Si todo esto sucede, seguramente te vendría bien tomarte un descanso de esta red social o limitar las horas que empleas en ella.
Para que LinkedIn no se convierta en una adicción o una red tóxica para ti, lo primero que podrías hacer es quitártela del móvil si empleas demasiadas horas y utilizarla solo desde el ordenador. Si tienes contactos que te interesan profesionalmente pero que publican demasiados mensajes aspiracionales o palmaditas en la espalda de otros profesionales y eso te molesta, puedes dejar de seguirlos pero mantenerlos como contactos. Recuerda también que mucha de la complicidad que ves en esta red social no es tan real como parece.
Y por último, ya que LinkedIn es una red de trabajo, ponte un horario corto para visitarla, como máximo, un par de veces al día. Es suficiente incluso aunque estés en el paro. Sabemos que en este último caso es más difícil gestionar las frustraciones, así que mucho ánimo. Si por fin has encontrado trabajo, tal vez sea el momento de quitarte LinkedIn, al menos por un tiempo, que se puede.