Si el mundo fuera como predice Nosedive, el primer capítulo de la tercera temporada de Black Mirror, igual Donald Trump estaría ahora mismo viviendo en una choza de barro, relegado a la casta más baja de la sociedad. Que, aunque se ha demostrado que tiene muchos seguidores estadounidenses, si el planeta entero tuviera voz y voto es posible que ganaran los haters. O no, qué miedo. Porque en Nosedive, como en política, al final todo se basa en la respuesta a una pregunta: ¿qué piensan los demás sobre ti?
En realidad, es una pregunta que siempre está ahí, pero por suerte nuestra popularidad todavía no decide si podemos vivir en una casa mejor o peor, si podemos tener un coche o no, etc., A no ser que seas youtuber, instagramer... o politico. En la primera dosis de esta serie magistral todo gira alrededor de la app Rate Me, la gente vive obsesionada con la puntuación que les dan los demás a través de esa app, porque en función de ese ranking tienes derecho a mejorar tu posición social y económica, o te condenan a empeorarla.
Pero ese futuro de Black Mirror, ya está empezando a hacerse realidad. Esa app ya existe y se puede utilizar. Tranquilos, no es que ahora nos vaya a tocar ser majos con todo el mundo para conseguir más pasta. Podrás seguir mirando mal al del estanco. Se trata de una campaña de marketing de Netflix, la gigante plataforma de contenidos multimedia, para promocionar la nueva temporada de la serie. Sin embargo, las consecuencias sí serán reales.
Cómo funciona
La app te pide que introduzcas tu nombre de usuario de Twitter y el nombre de usuario de la persona a la que quieres puntuar y que decidas cuántas estrellas le quieres poner -entre 1 y 5-. Pero no acaba ahí la cosa. También puedes consultar qué puntuación te están poniendo a ti y compartirla en las redes sociales.
En realidad, es sólo un paso más de lo que ya está sucediendo en Facebook y otras redes sociales. La gente, al colgar un post, cada vez piensa más en los likes que va a tener y menos en el interés real de lo que está publicando, aun a sabiendas de vender su intimidad o mentir vilmente. Hasta las empresas miden ya su valor de mercado según sus seguidores y su prestigio e influencia en internet.
Siempre hemos tenido que vivir expuestos a la imagen que damos, pero, hasta la llegada y masificación de las redes y la globalización que suponen, podías ir por la calle sin que nadie supiera si habías salido anoche más que tus amigos. Sí, siempre puedes elegir no compartirlo en Facebook, pero, entonces, ¿cómo vas a hacerte millonario?