Un objeto sin motor o reactores con las que mantenerse en el aire volando contra el viento, algo que requiere mucha energía. Está a 9 km de altura y es capaz de ir a velocidad supersónica. “Estuvo 12 horas sobrevolando la costa este de Estados Unidos, lo cual requiere muchísima energía. Son 11 horas más de lo que nuestra tecnología actual nos permitiría”, explica el teniente Ryan Graves de la armada estadounidense al diario The New York Times.
Ocurrió en 2014, y no es el único incidente similar, la mayoría reportados entre ese año y 2015. “Una vez, un piloto casi colisionó con unos objetos. Hay informes oficiales y un vídeo grabado del momento, que muestra un objeto cruzando las olas del océano a toda velocidad mientras los pilotos no entienden qué ven: ‘¿Es un hombre? ¡Está volando!’”, explica el artículo.
El diario estadounidense, para llegar al fondo de la cuestión, ha hablado con algunos de los militares que vieron estos objetos. El teniente Accoin, uno de los entrevistados, ha interactuado dos veces con ovnis. La primera vez que se encontró con uno en su radar se acercó a él, pero no podía ver nada, aunque el radar estaba seguro de su presencia. Días más tarde volvió a encontrárselo. Esta vez, su cámara de infrarrojos también lo detectó, aunque él no podía verlo con sus ojos. “Sabía que no me equivocaba”, cuenta al diario.
Un tiempo después, al teniente Graves le llegó un informe de sus subordinados. Se habían cruzado con un extraño objeto que era como una esfera metida en un cubo. Vistas las evidencias, algunos pilotos empezaron a elucubrar que eran parte de un programa secreto y avanzado de drones militares.
Pero no todos estaban contentos con esta teoría, muchos la descartaron al momento, explican los tenientes al diario. Cuando se cruzaron con ese objeto casi hubo un accidente aéreo. “Un programa secreto militar no se expondría maniobrando en zonas donde pilotan otras naves”, aseguran. Además, los radares marcaron que el objeto tenía una actividad que definen como “humanamente imposible”, “aceleraban a velocidad hipersónica y paraban de golpe, para volver a arrancar inmediatamente”, algo que, según los pilotos, mataría a una tripulación humana por la presión física.
El diario ha consultado al departamento de defensa de Estados Unidos, que ha negado categóricamente que sean objetos extraterrestres. Según los expertos, hay varias hipótesis “mundanas” para explicar lo sucedido. Por ejemplo, podría tratarse ser drones comerciales, reflejos, efectos atmosféricos, errores tecnológicos o incluso la sobrecarga neurológica que sufren los pilotos en los vuelos supersónicos. Aun así, no todas estas hipotésis se pueden corroborar al 100%. Como alerta Josh Gradisher, portavoz actual de la armada, el gobierno estadounidense no tiene respuestas concluyentes a las observaciones de los pilotos.
Desde estos incidentes en 2015 se cambió la normativa para tratar a los ovnis objetos voladores no identificados. Aunque poco se sabe de estos procesos, porque están gestionados por un programa del Pentágono que The New York Times califica de opaco, hermético y secreto. Eso sí, el general que condujo el programa hasta 2017 asegura que los avistamientos se trataron como “una serie de incidentes mundanos”, nada paranormal que pueda alimentar teorías locas de ciencia ficción.