Enamorarse es un maravilloso proceso que forma parte de lo inexplicable. Sí, podemos especular sobre las pequeñas o grandes razones que laten tras él, pero su verdadera motivación escapa de nuestro entendimiento. Ocurre sin más, libremente, sin que podamos predecirlo ni mucho menos detenerlo de algún modo. Por desgracia, el proceso de ‘desenamoramiento’ es exactamente igual: se pone en marcha y, aunque intentemos engañarnos o revertirlo para volver a sentir aquello tan Enamorarse que sentíamos, sigue adelante hasta llevarse por delante cualquier historia por increíble que fuese. Es más, cuanto más haces por evitarlo, cuantos más pensamientos le dedicas, más se acelera el proceso, dejando señales aquí y allá que no puedes negar. Estas son las cuatro señales que indican que ya no estás realmente enamorado de tu pareja.
1. Estás hablando sin comunicarte
Aunque las películas de Hollywood traten de vendérnoslo, las parejas no necesitan —ni pueden— tener conversaciones profundas y legendarias cada minuto de vida para tener una relación sana. La vida real incluye también charlas poco sustanciales. Las mismas que tendrías con algún amigo o contigo mismo en tu cabeza. Sin embargo, y de acuerdo con Nora Dekeyser, de Three Day Rule, si en ninguna de vuestras conversaciones estás comunicando algo realmente, significa que has decidido que la relación no vale la pena, ya que "la parte más importante de una relación es la comunicación, explica esta coach sentimental. Un pasotismo que no deja lugar a dudas.
2. Te irrita con frecuencia
Cuando estás enamorado, las hormonas que fluyen por tu organismo inducen al cerebro a un estado de embobamiento donde no percibes objetivamente la realidad. Todo es perfecto. Tu pareja es perfecta. Y los defectillos que pueda tener son fácilmente tolerables. Es más, resultan incluso adorables. Sin embargo, cuando el proceso de desenamoramiento aparece guadaña en mano, la mente abandona el embobamiento y comienza a ser consciente o a sentirse irritada por todas las manías, particularidades e imperfecciones de la otra persona. Es, probablemente, la hora de abandonar el barco, en lugar de castigarle una y otra vez por ser quien es.
3. No puedes imaginar un futuro con ellos
Mudaros a la otra punta del mundo para empezar de cero. Alquilar un piso en la ciudad y adoptar tres gatos. O simplemente estar en el sofá enganchados a la enésima joya televisiva. Diseñar juntos el futuro, los planes que están por venir, es clave en la salud de cualquier pareja. Por eso, si la persona que duerme a tu lado no aparece jamás en tus fantasiosas proyecciones de futuro, en tus anhelos de vida, debes saber que ya no estás enamorad@. Y es que, según la experta en relaciones y autora de best sellers, Susan Winter, imaginar con frecuencia que dejas a tu pareja indica que hay un "vacío palpable en la relación". Un vacío, sobra decirlo, de amor.
4. Te sientes solo en la relación
Disfrutar de la soledad dentro de la relación no solo no está mal, sino que supone un remedio obligatorio para tomar aire y no perderse a uno mismo dentro de la pareja. Por otro lado, a todos nos ha pasado que, tras una discusión frustrante, nos hemos llegado a sentir solos a pesar de tener a nuestra pareja en la almohada de al lado. Es lógico. Pero si constantemente tienes la sensación de estar separado, de no formar parte de algo más grande que tú, quizá va siendo hora de que reconozcas que las cosas han cambiado definitivamente. Porque como explica Dekeyser, "el amor finalmente se convierte en una verdadera asociación entre mejores amigos que también se sienten atraídos". Y con un amigo de verdad , admítelo, no te sentirías tan solo.