El ‘coreorgasm’ o cómo alcanzar el clímax haciendo abdominales

Parece una broma pero no lo es: llegar al orgasmo haciendo abdominales es muy posible y más común de lo que piensas

La sexualidad femenina ha sido deliberada e incansablemente reprimida durante muchísimos siglos. Para la comunidad científica, y hasta hace unas décadas, simplemente no importaba. Hasta tal punto que bastantes descubrimientos asombrosos acerca del placer sexual de las mujeres fueron relegados al olvido. Un ejemplo paradigmático fue el descubrimiento a mediados del siglo XX del llamado coreorgasmo a manos de Alfred Kinsey, uno de las figuras prominentes de la revolución sexual. En concreto, Alfred descubrió que alrededor de un 5% de las mujeres alcanzaba el orgasmo a través de ejercicio para fortalecer el core.

¿No es una revelación extraordinaria? ¿Un hallazgo que nos acerca un poquito más al entendimiento de toda la complejidad sexual de las mujeres? ¿Un descubrimiento estupendo para llenar las vidas femeninas de una mayor dosis de placer y autodescubrimiento? Lo es y, sin embargo, tuvieron que pasar más de 50 años para que los científicos creyeran conveniente retomarlo. Fue en 2011, durante una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Indiana. Y las conclusiones demostraron que Kinsey se quedó corto: 126 mujeres de entre 18 y 63 años, de un total de 530, reconocieron haber sentido el coreorgasmo.

¡Eso representa casi un 24%! Y no solo eso: del total de 530 y aunque no todas alcanzaran el orgasmo, hasta 246 mujeres experimentaron placer sexual durante el entrenamiento. Unas cifras brutales que muestran, de una vez por todas, que la sexualidad no se vive únicamente a través de los genitales. Es más, nosotros ya nos encargamos de desmentir aquello de que se requiere alguna clase de contacto físico para correrse. Se puede conseguir un orgasmo simplemente con el poder de la mente. El coreorgasmo abre una nueva puerta al placer femenino. Y decimos 'femenino' porque parece un fenómeno exclusivo de las mujeres.

¿Pero vale cualquier entrenamiento? En teoría sí, pero hay ejercicios que generalmente surten más efectos a la hora de disfrutar sexualmente. En concreto, y como apuntan desde El País, "los ejercicios con los que más se consigue son los abdominales", según un 51% de las encuestas durante la investigación de la Universidad de Indiana. Bastante por detrás, aunque con un porcentaje nada desdeñable, encontramos el spinning y las bicicletas estáticas, cuya práctica permite alcanzar el orgasmo al 19% de las mujeres. Los ejercicios físicos con postes o sogas al 9,3% y los levantamientos de pesas al 7%. Aunque cada mujer es única.

Sea como sea, la realidad es que son porcentajes bastante considerables, lo que nos conduce a una cuestión clave: el por qué no se suele hablar de ello siendo una experiencia tan extendida. Aquí hay dos puntos importantes. Por un lado, y como asegura la experta Debby Herbenick en su libro The Coregasm Workout, el hecho de que son orgasmos "suaves y agradables", lo que puede conducir a confusión interna acerca de qué son en realidad. Por otro lado, los prejuicios sociales en torno a la sexualidad femenina. Pero va siendo hora de aprovechar sin tapujos lo que la naturaleza nos da. Y, si puedes correrte sacando tableta, córrete a gusto.