Prefiero mirar mi móvil que estar con mi pareja

Una psicóloga te explica por qué prefieres mirar tu móvil que hablar con tu pareja

Móvil en la mesa, móvil en la cama y móvil hasta en el baño. Siempre cerca, con la vibración activada y el cargador a mano no vaya a ser que se quede sin batería. Te pasas más tiempo pendiente de tu móvil que del resto de los mortales, incluida tu pareja. Y eso no genera buen rollo sino que más bien lo corta y más si estabas pensando en lo que ‘tú ya sabeh’. Es lo que han llamado phubbing’ —conjunción de las palabras ‘phone’teléfono y ‘snubbing’desaire—, es decir, ignorar a otras personas por atender tu smartphone y, según el estudio de la compañía antivirus McAfee, provoca que phubbing piensen que su pareja les dedica más tiempo a revisar su teléfono móvil que a ellos mismos.

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Pero el estudio arroja datos todavía más significativos como que el 45% de las personas han discutido con algún amigo, familiar o la pareja por estar pendientes del móvil o que hasta el 33% de los mileniales sienten que tienen que competir con el smartphone de su potencial ligue en la primera cita. Cifras que se unen a la creciente bibliografía de estudios sobre el phubbing publicados en los últimos años y que, ya en 2016, apuntaban a que dos de cada cinco parejas se rompían por este motivo. 

Pero, ¿realmente los móviles son tan malos malísimos? ¿son ellos los culpables de que cada vez sea más difícil mantener una relación estable? Para aclarar un poco estos conceptos y no caer en el alarmismo de muchos de estos estudios, hemos querido hablar con la psicóloga, Núria Jorba, que mantiene contacto diario con personas que han experimentado en sus carnes el phubbing. La primera frase de Jorba no tiene desperdicio: “No hay terapia de pareja en la que no aparezca la frase ‘es que después de cenar se pone con…’. Es una frase que se repite en todas las parejas que no están bien”.

Según la especialista, “igual que lo hace el móvil podría decirse que lo hace con Netflix”, porque, en el fondo, “las nuevas tecnologías nos están enganchando porque también son una nueva forma de ocio y desconectar de nuestro día a día”. Vamos que el phubbing no es más que la expresión de que esa pareja ya está mal de entrada. “Alguien que está cansado de la relación o no está a gusto con su pareja, lo primero que hace es coger el móvil y evadirse de ello”, dice Jorba y menciona también la rutina cada vez más estresante en las que nos vemos inmersos.

“Ocurre que estamos todo el día trabajando y compitiendo y, cuando tenemos un momento para descansar, nos vemos en la obligación de elegir entre la pareja con la que no estás bien y el móvil. Y, claro, muchos optan por lo segundo. Entonces la otra parte se siente ignorada y, por eso, a veces ataca y otras veces empieza a hacer lo mismo en plan competición. Todo ello en lugar de hablarlo y crear dinámicas positivas”, resume Jorba. El problema de fondo, apunta la psicóloga, es que el móvil aporta “la sensación de que una nueva aventura, o directamente una nueva pareja, están a un solo click y por eso muchos ya no tienen ganas de trabajárselo”.

Es aquí donde, según la experta, reside uno de los principales problemas: concebir las parejas como algo que se puede sustituir rápidamente cuando la fase de enamoramiento concluye. Un error de base al que las nuevas tecnologías podrían estar contribuyendo. “Sabemos que podemos tener una nueva pareja gracias a las app de contactos como Tinder. Pero la realidad es que luego conocemos a muchas personas que no nos aportan nada y acabamos sintiéndonos más solos que antes”, dice Jorba. La culpable de ello sería, entre otras, la falsa concepción instalada en tu cabeza de que “estar bien con tu pareja no debería suponer un esfuerzo”.

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Es por todo ello que la psicóloga apela al diálogo con la pareja, o la cita, para reclamar la atención que mereces, recuperar el tiempo de calidad que toda pareja necesita para cuidar de su relación y, sobre todo, para erradicar esta tendencia antes de que genere comportamientos tóxicos en vuestra relación. “Lo más importante es no entrar en una competición haciendo lo mismo. Si, por ejemplo, te ocurre en una cita lo suyo sería levantarte y decir ‘oye, ¿te interesa más el móvil?’. Incluso levantarte e irte, ser asertivo”, recomienda Jorba que, en el caso de parejas más asentadas, recomienda enfrentar y hablar los problemas latentes.

Al final, y más allá de los datos sobre el phubbing y la cantidad de relaciones que se rompen por culpa de los móviles, estos dispositivos no son más que ventanas hacia otras posibilidades y, si estamos satisfechos/as con nuestra relación y somos conscientes de que esto requiere esfuerzo y atención por ambas partes, no tendrás ninguna necesidad en ignorar a tu pareja, ni evadirte de ella. No es fácil, pero es que nadie debería decirte que mantener un vínculo con otra persona lo sea. Requiere esfuerzo, atención y, sobre todo, encontrar el tiempo que crees que no tienes. Quizá aparcar un poco el móvil sería un buen comienzo.