Por qué te duele que tu pareja no acepte tu ayuda

El rechazo social puede ser tan doloroso como el propio dolor físico

Todas las personas que tienes a tu alrededor, todas sin excepción, transitan un camino particular y único de desarrollo personal. Y no es un proverbio oriental ni una cita de un libro de autoayuda. Es una realidad. Se encuentran haciendo frente a circunstancias nuevas, superando desafíos y aprendiendo en el proceso. Y con frecuencia sientes la tentación de ayudarles. Prestarle dinero a un colega. Tener una conversación incómoda en nombre de tu hermano. Hacerte cargo de un problema de tu pareja. Sin embargo, te rechazan. Quieren hacerlo a su manera. Quieren solucionarlo por su cuenta y sin ayuda. Quieren demostrar que son capaces. Entonces, ¿por qué te molesta tantísimo?

Programadxs para ayudar

La especialista Deborah Grayson, autora del ensayo Go to Help: 31 Strategies to Offer, Ask For and Accept Help, considera que la respuesta se encuentra en la naturaleza de tus genes. Según sus investigaciones, te duelen esos rechazos "porque somos seres prosociales programados para ayudar en la búsqueda de la aceptación social, la conexión y la amistad", señala en un artículo para el medio Psychology Today. Esa tentación que sientes de echar una mano a quienes lo necesitan es un mecanismo biológico. Uno que mantenía unidas a las tribus de sapiens en la naturaleza y las hacía más fuertes ante las inclemencias de la vida. No es tu culpa.

Y es una situación confusa. Después de todo, tienes la inteligencia suficiente para entender por qué esa otra persona no quiere aceptar tu ayuda: no quieren volverse dependientes, no quieren mostrarse vulnerables o simplemente no quieren actuar con conformismo. Desean combatir. Es totalmente legítimo y lo comprendes porque a ti también te ocurre. Y, no obstante, sigue molestándote que te digan que no. Para tu cerebro, es una oportunidad perdida de estrechar lazos y potenciar tu utilidad para la otra persona. Algo inconsciente, pero que permanece ahí, en lo más profundo de ti. Es una parte de tu ser que tienes que aceptar.

Trabajar el rechazo

Pero asimilar que es normal que te duela el rechazo de los demás es muy diferente de reaccionar mal. Como apunta la propia Grayson, muchas personas se ponen a la defensiva, culpan a la otra persona, la critican, se alejan, la manipulan, la amenazan e incluso la agreden verbalmente. Y ese no es el camino. Aunque es cierto que "el rechazo social es similar al dolor de una lesión física y puede tener un impacto negativo en tu salud emocional, cognitiva y física", una vez tienes toda esta información en tu mano puedes digerir mucho mejor el rechazo, tener una reacción constructiva y demostrar que la otra persona te importa de verdad.

Primero, porque es lo justo. Y segundo porque es lo más productivo. Piénsalo: si cuando rechazan tu ayuda te sientes invalidado socialmente y te pones hecho unx energúmenx, perderás aún más valor social. Nadie quiere tener cerca a alguien que solo piensa en sí mismx, incluso cuando el problema lo tiene otrx. En esos instantes, debes "anteponer las preferencias de la otra persona a las tuyas y confiar en que todo irá bien", dice Grayson. En última instancia, cada persona es un mundo e incluso si no entiendes las razones por las que quieren hacer las cosas por su cuenta, debes respetarlo. Es la esencia de todas las relaciones. El código inquebrantable.