Hice un trío por streaming para romper con mis prejuicios sexuales

Para poder experimentar una vida sexual libre y amplia tenía que superar todas las creencias falsas y los miedos que me venían a la mente y así lo conseguí

Estamos tumbados envueltos en una maraña de pasión y sudor entrando en lo que será un auténtico viaje por el placer. Estoy boca arriba mientras él recorre mi cuerpo con su boca y con sus manos a la vez que me observa con ojos que intuyo de deseo. Cuando menos lo espero coge una de las almohadas y la coloca bajo mis nalgas para elevar mi entrepierna hasta su boca. Me come entera. Sus manos me aprietan los muslos, no hay zona de mi cuerpo que él no quiera probar. Cuando estamos juntos no siento miedo, no siento inseguridad, me observo con confianza, ando desnuda frente a sus ojos, me muevo con naturalidad. Somos él y yo en esta intimidad que hemos construido. Creo que no necesitamos nada más, ¿o sí?

Después del sexo maravilloso nos encanta hablar. Nos miramos cerquita, su cuerpo ancho me recubre y en ese abrazo en el que nuestras pieles están en pleno contacto charlamos abiertamente sobre nuestras fantasías. La seguridad que nos une se mueve también en este plano, en este secreto, en este instante detenido en el tiempo y, cuando nombramos nuestros oscuros deseos sexuales, nos sale una pequeña sonrisa en la que observamos que no seríamos capaces de hacer algo así. Entonces conocimos JOYclub y todo lo que nos frenaba a hacer realidad estas fantasías, desapareció.

Abrir nuestra intimidad

JOYclub es una plataforma que ayuda a desarrollar la sexualidad de manera positiva, consciente y con respeto. Hay espacio para todo el mundo y para todas las fantasías. El morbo, el erotismo y las inquietudes sexuales son algunos de los ingredientes que hay en esta aplicación que sirve para parejas o para personas que están solteras. Es una red social en la que puedes desatar tu pasión con seguridad, intensidad y donde el miedo o la vergüenza prácticamente no existen. Sin duda alguna era el espacio perfecto para ambos.

Abrir nuestra intimidad siempre estaba entre nuestras fantasías compartidas. A él, la idea de que otra mujer se una al sexo que practicamos, le excita muchísimo. Y a mí, por supuesto, que a nuestra relación sexual se una otro hombre. Ambos estábamos dispuestos a aceptar cualquiera de estas opciones pero también había muchos prejuicios sexuales en este planteamiento: ¿y si sentimos celos?, ¿y si resulta que la otra persona practica sexo mejor?, ¿y si me siento al margen de repente? Los miedos y los prejuicios salieron a la luz pero no nos detuvieron.

Ahora bien, ¿cómo lo hacemos? La pregunta nace porque hay pocas personas de confianza en nuestro entorno y con una pandemia mundial, abrir las puertas de nuestra habitación a cualquiera, no nos daba seguridad. A través de JOYclub conocimos a muchas otras parejas que también buscaban una fantasía como la nuestra. Además también había solteros y solteras que querían probar a hacer un trío. La plataforma nos dio una solución: hacerlo a través de webcam, por una videollamada. Esto no solo nos dio seguridad por el contexto pandémico sino que nos sirvió como entrada progresiva hacia nuestra fantasía. No sería de golpe.

Pasión sin límites

Me he puesto un conjunto de lencería negro porque a él le encanta este color. Lleva encaje y se transparenta un poco. Solo llevo estas pequeñas braguitas. Él me ve posando boca abajo frente a sus ojos cuando sale de la ducha. La toalla le marca la entrepierna que, como veo, cada vez se pone más dura. Justo delante de la cama hemos colocado el portátil donde vamos a compartir con otra persona el sexo salvaje que vamos a tener para que nos vea. La fantasía es que esa persona nos dirá lo que tenemos que hacer mientras se masturba con nuestras posturas y nuestra pasión. La realidad es que en mi interior hay una fusión de nervios y morbo que, sin duda, me están poniendo cachonda.

Se quita la toalla y se tumba a mi lado. Hemos acordado ponernos un poco a tono justo antes de contactar con la otra persona, para que no sea brusco ni frío. Me baja muy poco las bragas y me besa todo el final de la espalda. Sus manos anchas me agarran el culo, me tocan la espalda, me recorren el pelo. Estoy tan mojada que lo único que quiero es que me meta los dedos. Frenamos. Nos tumbamos de frente hacia el ordenador y empezamos a navegar por las fotos y los vídeos que nos ha enviado quien va a vernos follar. JOYclub te da la oportunidad de compartir este contenido para que el deseo se vaya encendiendo, así que nosotros hacemos lo mismo. Amantes de lo sutil, enviamos vídeos donde se intuyen zonas para no ser excesivamente explícitos y que lo bueno se quede para el final.

Aquel instante fue el principio de hacer realidad nuestras fantasías. Entraron nuestros fetiches, nuestros deseos oscuros… Empezamos a vivir una sexualidad amplia y libre que se extendió más allá de nuestra habitación y nuestros cuerpos. La plataforma ya acumula tres millones de usuarios, ya que cada día se incorporan personas nuevas. Es el espacio ideal para abrir camino a todos los rincones de tu sexualidad y obviamente puedes empezar solo hablando, ya que en esta comunidad adoran hablar: según explica JOYclub se intercambian 12 mensajes por segundo. Puedes registrarte de forma gratuita y empezar a navegar. Cuando te apetezca y te sientas segurx, puedes comenzar a hacer realidad tus deseos. Y ya sabes, en solitario o en compañía.