Cuando los fantasmas de tus relaciones pasadas se cuelan en tu presente

Que tu relación se termine no implica que esté superada y mucho menos que vayas a olvidar de golpe todo lo vivido con la otra persona ahora tu ex. Todo corazón tiene su equipaje y el tuyo no va a ser menos... Por eso, la mejor medicina para sanar t

Que tu relación se termine no implica que esté superada y mucho menos que vayas a olvidar de golpe todo lo vivido con la otra persona ahora tu ex. Todo corazón tiene su equipaje y el tuyo no va a ser menos... Por eso, la mejor medicina para sanar tus heridas antes de embarcarte en una relación es el tiempo. De lo contrario, puede que si inicias otra relación de pareja comiencen a aparecer los fantasmas de tus relaciones pasadas: tus miedos y preocupaciones.

Cuando los miedos salen a escena

Es normal que cuando tu relación de pareja acabe navegues en un universo de sufrimiento, nostalgia y dolor por lo que pudo haber sido y no fue... Te invaden los recuerdos y las ilusiones rotas y con ellos, los sentimientos afloran. Pero tras este período, poco a poco te repones y puedes observar desde la distancia cómo fue, qué paso y porque no quedó otro remedio que poner punto y final. El problema surge cuando este periodo de reflexión y análisis no aparece al acabar una relación y te sumerges en una nueva sin pensarlo. En este caso, tu pasado emocional puede influir negativamente en tu relación de pareja actual.

Si te dejaron sin darte una explicación, si lamentablemente no te trataron como merecías, te fueron infiel o simplemente crees que todo fue por tu culpa y no lo has reflexionado ni te has dado un tiempo para procesarlo seguramente actúes defendiéndote de esto. ¿Cómo? En primer lugar, lo convertirás en un pensamiento recurrente y luego, sospecharas que el otro pueda volver a hacerlo y actuarás en consecuencia.

Si no lo tienes superado y te abandonaron, seguramente pensarás que cualquier día tu actual pareja te deje por otra persona mejor que tú. Si tienes miedo al conflicto por todo lo vivido en el pasado, intentarás no tener opiniones diferentes o al menos no expresarlas o simplemente, si surge una discusión rápidamente solucionarla porque tus niveles de ansiedad aumentan. Si a lo que tienes miedo es a que te hagan daño, te darás al 50 o 60% para guardar tu parte más vulnerable. Y, si tienes miedo a que te sean infiel de nuevo, puede que tiendas al control y te hundas en los celos.

Cada fantasma despierta tus inseguridades y tú actúas en consecuencia con la intención de evitar volver a revivir lo sucedido. Pero olvidas que no estás con la misma persona y ni siquiera es la misma relación. Y en buena medida, trasladas el sufrimiento del pasado a una relación diferente.

Cómo hacer desaparecer los fantasmas del pasado

Es normal que sientas miedos similares a los que ya has sido expuesto antes pero esto no es una razón para dejarse llevar, no luchar contra ellos y finalmente convertirte en sus esclavos. Tu intención, en realidad, es evitar sufrir, es tu defensa, la cuestión radica en que te defiendes en el presente de algo que sucedió atrás y que lo más seguro es que no se está dando en este momento.

Para hacer desaparecer los fantasmas del pasado es muy importante que no compares a tu actual pareja con las anteriores y no midas tu relación en base a las demás porque no es justo. Que alguien te fuera infiel no significa que todas las personas con las que vayas a estar lo sean o que alguien no te valore no implica que nadie lo haga. Comparar es injusto porque nunca se dan las mismas condiciones.

Lo ideal es dejar pasar un tiempo entre las relaciones para reflexionar y ver qué es lo que quieres y lo que no en tu vida. Y si este tiempo no se da, al menos ser consciente de que tu relación pasada puede aparecer y que tú tienes que identificarla y luchar contra ella. No es justo que otros paguen por aquello que tú no has sabido cerrar adecuadamente y, si tienes dificultades, también puedes contárselo. Pero ante todo no te olvides que la responsabilidad es tuya.

Cada relación de pareja es una oportunidad

Por último, no olvides que tus fracasos sentimentales no solo son momentos de tristeza y nostalgia, sino que también son una oportunidad de aprendizaje sobre ti mismo. Cada relación puede enseñarte aquello que prefieres en tu vida y lo que no.

Lo importante es que, cuando una relación muera, tú recuperes la confianza en ti y no traslades tus miedos a la nueva, que aprendas a tolerar la incertidumbre porque el amor sin riesgo no existe y que disfrutes de todo lo nuevo que te depara la vida sin esclavizarte a tu pasado.

Crédito de la imagen: Paolo Raelli