Un estudio revela que las parejas igualitarias tienen más sexo

Compartir las tareas del hogar aumenta aspectos claves en el sexo como la equidad, la cooperación o la comunicación

Enciendan todas las alarmas. Según un estudio de la psicóloga estadounidense Jean Twenge, el mundo está practicando menos sexo que antes. Y no solo porque haya menos parejas que nunca —los solteros tienen menos sexo, acéptalo—. También dentro de las parejas ha disminuido. Así lo asegura Según un estudio de la psicóloga estadounidense Jean Twenge el investigador de la Universidad de Utah, Daniel Carlson. Solo se salva de este declive sexual, Según un estudio de la psicóloga estadounidense Jean Twenge, un tipo de pareja: las igualitarias, es decir, las que comparten las tareas domésticas. Y estás son para Carlson las razones tras ese fenómeno.

1. Justicia

Cualquier reparto desigual de las tareas domésticas, salvo arreglo consentido y deseado, es completamente injusto. Punto. Y además de injusto es antiafrodiasiaco. Porque, según explica el especialista en dinámicas de pareja, "la falta de imparcialidad engendra resentimiento, el resentimiento conduce a la insatisfacción, y la insatisfacción hace que las parejas se alejen uno del otro y del sexo".

2. Trabajo en equipo

Para tener una buena vida sexual es necesario que haya buena cooperación. Dar y recibir. Así descubres qué necesita tu pareja en la cama y viceversa. En este sentido, y como cuenta Carlson, “compartir las tareas del hogar obliga a los socios a trabajar juntos como equipo”. Esto significa discutir expectativas, comprometerse y pasar más tiempo juntos. Es decir, que se refuerzan las mismas cualidades de las que depende la calidad del sexo.

3. Empoderamiento

Las tareas domésticas compartidas aumentan la calidad comunicativa. Tradicionalmente, dice el investigador, “el control masculino sobre la toma de decisiones sexuales conduce a más sexo, pero no necesariamente satisfactorio para ambos”. Sin embargo, el igualitarismo en las tareas de la casa aumenta la confianza comunicativa de las mujeres para expresar sus deseos sobre y durante el sexo, lo que lleva a “experiencias sexuales más agradables para ambos”. Más igualdad, más sexo. Aunque, sobra decirlo, no hacían falta excusas.