Los riesgos detrás de las microinfidelidades

Hay actitudes que no rompen del todo la fidelidad pero sí que pueden generar una pérdida de confianza en la pareja 

La palabra es peligrosa porque puede servir para justificar el abuso de control, pero no es el caso. Si tenemos muy claro lo que es una infidelidad cuando en una relación se rompen los términos más explícitos del acuerdo de pareja, hay zonas grises que también pueden minar la confianza. Te explicamos cuáles y cómo gestionarlo.

Antes que nada, hay que definir muy bien lo que es una infidelidad y lo que es una microinfidelidad. Si tienes una relación cerrada y tienes una relación sexual con otra persona, claramente estás siendo infiel, lo mires por donde lo mires. También si tienes una relación abierta y rompes algún tipo de cláusula. Por ejemplo, tu relación no contempla el poliamor y acabas yendo más allá del sexo con una segunda pareja y tienes una relación amorosa con ella. 

Pero hay terrenos más complicados y el digital La Mente es Maravillosa ha detallado algunos de ellos. Tener contacto frecuente con una persona con la que no se tiene amistad y por la que se siente atracción, estar pendiente de la vida de antiguas parejas o mantener conversaciones con otras personas en tono sexual son algunas actitudes más sutiles que una infidelidad y que pueden afectar a la relación. 

Hay otras, como no mencionar el hecho de que se está en una relación de pareja de forma intencional o guardar números de teléfono con nombres distintos para que tu pareja no sospeche, quitarle hierro a la relación o hablar de forma despectiva sobre la pareja. Al final, todo se basa en ejercer la empatía y la responsabilidad emocional. Es importante no confundir este tipo de actitudes con un tonteo puntual, reconocer la atracción física por otra persona o tener amigos más allá de la relación y quedar con ellos a solas, actitudes que no tienen absolutamente nada de microinfidelidad. Y no, darle likes en las redes a otras personas no es una microinfidelidad. 

A la hora de abordar estos conflictos, el digital recomienda hablar abiertamente de la situación que está generando molestia o desconfianza si no se ha podido previamente dejar claro cuáles son nuestros límites. En vez de acusar a la otra persona o dar por hecho que sabe qué es lo que te hace daño, lo ideal es explicarlo de manera respetuosa y tranquila, esperando al momento adecuado. 

Si este tipo de situaciones se repiten o generan una gran inseguridad o sufrimiento, la terapia de pareja puede ser una buena vía para intentar solucionarlo. La confianza y la comunicación son dos de las claves de una buena relación de pareja y las microinfidelidades pueden dañar a ambas, sobre todo si no se habla bien de la situación que están generando.