Tener una aventura más allá de tu pareja puede ser tan tóxico como excitante. Y sí, cuando arrastramos meses o quizás años de monotonía y aburrimiento en una relación es fácil caer en la tentación de liarte con alguien que a priori parece más atractivx, más inteligente, más ocurrente y mucho más excitante que tu pareja apalancada en la comodidad de la monogamia. Pero ojo, el subidón que te da estar con esa otra persona está profundamente relacionado con la situación de insatisfacción que arrastras con tu pareja actual y por eso la idea de dejarla para estar con tu amante no suele acabar demasiado bien.
Tarde o temprano esa otra persona también acabará resultando monótona y aflorarán todas las imperfecciones que el rollito de la aventura estaban ocultando. De hecho, y como explica un artículo de Psychology Today, la mayoría de los affairs no suele durar más allá de los 24 meses y casi todos se quedan en torno a los 6 meses de duración. Los motivos de una expectativa tan poco esperanzadora son muchos y muy variados, pero en este medio han hecho una recopilación de los más habituales y te los explicamos de manera más resumida a continuación:
1. Lo que os une es transitorio
La infelicidad o sentirte que tu pareja no te valora suele ser uno de los motivos más habituales por los que buscamos esa atención o esa validación en una tercera persona. “Es que él/ella/elle me entiende”, suele oirse por boca de quienes andan en esta situación. Lo que de verdad os une es tu infelicidad o que, quizá, esa persona está en tu misma situación o la ha pasado, o te dice lo que quieres oír. Esto es muy tóxico porque no debería ser esa comprensión la que te empuje a esa persona, sino una decisión libre de condicionamientos porque, una vez salgas de tu relación, te darás cuenta de que podrías caer en otra en la que el principal vínculo ha desaparecido de la ecuación.
2. No os conocéis
Lo que tu amante te ofrece es una visión idealizada de alguien que parece ser todo lo opuesto a lo que te está oprimiendo o generando infelicidad: tu pareja actual. Pero definir a alguien por el rechazo de otra persona nunca ha sido una buena idea ya que si quizá ves a tu pareja como alguien controlador y a tu amante como alguien más relajado, esta situación podría cambiar radicalmente cuando los roles se inviertan. Lo mismo con ese toque de ser más atrevidx o llevar un estilo de vida más caótico, recuerda que esa otra persona está soltera y que nadie es 100% igual en pareja que soltera.
3. Solo os enseñáis la parte buena
Cuando entiendes que ese momento con la otra persona es el momento de olvidarte del estrés y la ansiedad para lanzarte al disfrute más hedonista es muy difícil que la parte mala aflore. No hay convivencia y la atracción sexual provoca que no os centréis en nada de lo que podría generar una discusión. En realidad te estás acostando con una versión muy sesgada de la otra persona y, en ocasiones, alguien que has buscado para encajar en tus necesidades concretas sin pararte a pensar si realmente es lo que necesitas o te complementa.
4. La naturaleza es brutalmente precisa
El motivo por el que sientes una vorágine de emociones cuando te toca y te abraza es simple y puramente por la hormona oxitocina. Pero tenemos malas noticias, la “hormona del amor” no se segrega eternamente, la realidad es que la causante de la sensación de enamoramiento solo se puede crear durante 9 a 18 meses. A partir de ese momento la evolución ha querido que los tortolitos recobren la cordura y vuelvan a su estado hormonal habitual. Esto provoca que desaparezca esa pasión y con ella el apetito y vigor sexual. Esto suele traducirse en que lo que parecía transgresor y excitante acaba por sentirse como más rutina y más de lo mismo.
Dicho todo esto no estamos diciendo que jamás intentes establecer una relación con la persona que durante un momento ha sido tu amante. Lo que realmente queremos decir es que no deberías poner fin a una relación actual solamente basándote en la atracción que sientes por alguien que apenas conoces. Lo ideal sería poner fin a la relación por decisión propia y solo entonces tomarte tu tiempo para evaluar si lo que parecía ofrecer la otra persona es real o simplemente fruto de las circunstancias. Avisax estás.