Este es el efecto que puede tener un abrazo en tu salud física

Es un catalizador de emociones que influye en tu satisfacción e incluso en tu salud física

Para la inmensa mayoría de personas, que no todas, el contacto físico sexual es una necesidad. Sienten el deseo. La libido les impulsa a buscarlo con frecuencia. Pero no es el único contacto que necesitas. Aunque no lo creas, aunque te parezca algo de lo que podrías prescindir con mayor facilidad, lo cierto es que necesitas muchísimo el contacto físico no sexual en tus relaciones. Tanto que sin ese contacto, nuestra sociedad se volvería cada vez más infeliz, más enferma y más destructiva. Estamos hechos para abrazarnos y tocarnos.

Así lo explica la psicóloga especializada en el bienestar en las relaciones Chelom E. Leavitt, de la Universidad Brigham Young, en un artículo para Psychology Today. "El contacto no sexual es una necesidad que a menudo se ignora en nuestra cultura ultra individualista. Necesitamos que nos abracen, nos acurruquen y nos besen. Necesitamos tomarnos de las manos, mirar profundamente a los ojos a alguien y tocarle el brazo. Suena como un final de cuento de hadas, pero el contacto no sexual nos trae felicidad, paz y salud física".

Los beneficios 

Sí, salud física. Las investigaciones muestran que cogerle la mano a alguien reduce la presión arterial, que un buen abrazo reduce los niveles de cortisol en el organismo, la hormona responsable del estrés, y que incluso un abracito liviano puede reforzar el sistema inmune. Esto tiene una contrapartida: lxs niñxs que no reciben el suficiente cariño físico tienen más probabilidades de tener un sistema inmune debilitado y de caer enfermxs. La psicología conoce este fenómeno como el síndrome de la carencia afectiva. Y es muy serio.

Pero el contacto físico sexual impacta mucho más allá del individuo. En palabras de Tiffany Field, autora del estudio Violence and Touch Deprivation in Adolescents, "las culturas que exhiben un afecto físico mínimo hacia sus hijxs pequeñxs tienen tasas significativamente más altas de violencia de adultxs", mientras que "aquellas culturas que muestran cantidades significativas de afecto físico hacia sus hijxs pequeñxs prácticamente no tienen violencia de adultxs". El contacto físico actúa como un regulador emocional. Te serena.

Algo tan simple como dar la mano

Pruébalo. La próxima vez que entres en una situación de tensión con tu pareja, o con unx amigx, prueba a acompañar tus palabras o tu silencio con un toque compasivo como colocar tu mano sobre la suya. Observa la reacción. Impleméntalo también en momentos random para fortalecer la relación con las personas que quieres. Tocarse es bueno. Como dice Leavitt, "a medida que practicas este enfoque, se volverá más instintivo y descubrirás que el tacto tiene el poder de cambiar el entorno de tus conexiones con los demás".