La comunicación es el ingrediente estrella de las relaciones. El compromiso, el sentido del humor e incluso el sexo son muy importantes, pero sin capacidad de diálogo no vais a ninguna parte. Y lo más triste de todo, lo que más te duele, es que no siempre fue así. Hubo una época en la que podíais debatir acerca de cualquier cosa de una manera constructiva. Hubo una época en la que no tenías miedo de decir algo porque sabías que no derivaría en la enésima pelea. Hubo una época en la que volcabas tus pensamientos y emociones en tu pareja. Hoy la comunicación está rota. La buena noticia es que estáis a tiempo de repararla.
La capacidad de escucha
O al menos eso piensa el psicólogo clínico, y consejero de parejas, Randi Gunther. En una publicación para el medio especializado Psychology Today, expone nueve pasos claves para hacerlo, el primero de los cuales es reconocer el problema. "Ambos deben estar dispuestos a ver lo que está sucediendo individual y conjuntamente". No tiene sentido que sigáis negando la mayor: habéis perdido la capacidad de escucharos de verdad. Una vez lo hayas aceptado, deberás meditar tranquilamente acerca de las consecuencias de continuar en la senda destructiva. ¿Lo ves? No tiene buena pinta. El escenario más probable es la separación.
Y no quieres eso. Estás enamoradx y tu pareja también. Por eso debes proceder con el paso número tres: ser capaz de escuchar profundamente sin juzgar. Probablemente lleves mucho tiempo invirtiendo más esfuerzo en interpretar lo que dice la otra persona que en simplemente escuchar sin más. Basta de creerte Akinator o Charles Xavier. A continuación, adopta una postura conciliadora y busca similitudes. "Busca qué pensamientos y sentimientos parecidos tenéis", dice Gunther. En los últimos tiempos solo atendéis a lo que os diferencia y os separa. Es como si buscarais motivos para apartaros. Es hora de cambiar de actitud.
Expresar el desacuerdo
También de empatizar. Esta es la parte más complicada. Una vez entras en el mood competitivo, siempre en guardia y siempre queriendo quedar por encima, olvidas las emociones de tu pareja. Y esto no puede ser. Tal como pregunta este especialista, "¿ganar es más importante que la conexión?". En el fondo sabes que no. Así que relaja tu agresividad. Y, muy importante, aprende a expresar tu desacuerdo de manera saludable. No es lo mismo decirle a tu pareja que no compartes su opinión que deslegitimizarla y comentarle que te pareció una idea estúpida. No tienes la verdad absoluta. Bájale dos a esa prepotencia. No ayuda.
Además, añade Gunther, es fundamental que cambies tus objetivos. "Del poder, al control y de la terquedad, a la compasión, la colaboración y el deseo de volver a ser un equipo". Mantenlo siempre presente. Recuerda de qué va tener una relación sana. Entre otras cosas, de aprender de la otra persona. Por eso el psicólogo te anima a desafiar tus propios pensamientos y estar abierto al aprendizaje y al crecimiento. No te cierres. Por último y para acabar, "hagan chequeos regularmente para seguir trabajando a medida que surjan más desafíos". Porque esto nunca para. Una relación es un compromiso. Pero uno muy enriquecedor.