5 razones por las que incluso personas enamoradas pueden ser infieles

Una vida sexual insatisfactoria, el narcicismo, la soledad, los recuerdos o el ambiente pueden desencadenar una inesperada infidelidad

El corazón enamorado tiende a idealizar. Caemos todos en la trampa de pensar que nuestra pareja, tan buena y entregada, jamás nos sería infiel bajo ningún concepto. Pero olvidamos que la propia naturaleza de la infidelidad es ser inesperada. Ocurre por sorpresa. Y ocurre porque la vida es compleja y hay infinitos desencadenantes que pueden llevar a una persona comprometida con una relación a engañar a su pareja. Es por ello que la psicóloga  Roni Beth Tower ha detallado las más comunes en un artículo publicado en Psychology Today. Este es un resumen de las más importantes:

1. Necesidades no satisfechas

Con el tiempo, una pareja puede estar enamorada pero no disfrutar de una vida sexual satisfactoria. Y, como explica la experta, algunas personas buscan solucionarlo con la autosatisfacción, otras tratan de arreglarlo trabajando en equipo con su pareja, y otras acaban buscando fuera de la relación la forma de satisfacer todas esas necesidades. Depende, en parte, de la capacidad comunicativa de la pareja.

2. La vanidad

Hay personas cuya autoestima requiere de forma más intensa la validación externa para sentirse bien consigo mismas. Esto puede llevar, según Tower, a que "la capacidad de seducción tome protagonismo, simplemente para reforzar una sensación de deseabilidad". En estos casos no se trata de buscar fuera sexo o cariño. Se busca poder. Se busca sentirse atractivo de nuevo.

3. Soledad

La distancia y el tiempo son a veces grandes enemigos. Que la pareja esté en otra ciudad durante mucho tiempo puede llevar a una persona a sentirse realmente solo. Y, aunque en un principio trataría de buscar simplemente compañía, “puede escalar fácilmente a un rango más amplio de intercambio, ya que el anhelo de conexión es una necesidad humana básica”, explica Tower.

4. Recuerdos

Por muy estable que sea nuestra relación, la aparición disruptiva de personas de nuestro pasado pueden poner patas arriba nuestra integridad moral. Como dice Tower, “la pasión de las furiosas hormonas adolescentes puede cegar temporalmente a alguien cuya relación ha evolucionado para incluir facetas más amplias”. Es como sufrir una regresión a un 'yo' pasado.

5. Contexto Cultural

Tal y como cuenta la psicóloga, “los estímulos ambientales que nos rodean tienen un efecto agudo en nuestro comportamiento”. Aspectos sociales y culturales que alteran partes de nuestra conciencia moral. De este modo, en un contexto ambiental donde la infidelidad sea tolerada o celebrada, dice la especialista, “la atracción por participar en ese comportamiento es fuerte”. Aunque resistirse, eso sí, no es imposible.