4 sexólogas explican cómo cambiará el sexo después del confinamiento

El tiempo encerrados ha aumentado nuestras ganas de reencuentro pero quizás haya ciertas preguntas que debemos plantearnos sobre cómo serán las prácticas dentro de las relaciones sentimentales

La aplicación Clue, con la que llevo el registro de mis periodos de menstruación me pregunta "¿deseo sexual?". Las opciones son bajo, medio, alto. Desde que empezó el confinamiento siempre hago click en "alto" y me pregunto cómo es posible que no haya otra opción de mayor nivel, algo como "muy alto" o, "no puedo más" o "mejor no preguntes". Quienes no tenemos pareja o quienes no conviven con ella han tenido que hacer uso del placer manual o con juguetes para calmar las ansias de sexo. Es más, la imposibilidad de tener encuentros casuales en los que se puedan compartir cama y piel ha hecho que aumente el consumo de pornografía y también la venta de juguetes sexuales de todo tipo. 

Ahora bien, ante lo que ha sido una separación forzosa y muy prolongada de los hábitos sexuales que compartíamos con otras personas hay ciertas cuestiones que debemos plantearnos. Preguntas que nos hacen reflexionar sobre cómo el coronavirus está afectando a nuestras vidas sexuales en el presente y qué tipo de efecto a largo plazo puede tener esta pandemia en nuestra vida sexual. Es por ello que hemos contactado con cuatro sexólogas que han dado su perspectiva sobre los cambios que están por venir.

1. ¿Qué viene ahora?

"No sabemos con exactitud qué ocurrirá, pero lo que sí podemos deducir desde Platanomelón es que algunas prácticas tendrán que amoldarse a una “nueva normalidad” sexual. Por lo menos, temporalmente. Por lo que sabemos, el sexo oral y el anal podrían tener mayor riesgo de transmisión de la infección, debido al contacto con la saliva y las mucosas", contestan Monica Branni y Maria Hernando, psicólogas y sexólogas de Platanomelón. Además, apuntan, "sería oportuno aplazar los encuentros sexuales que involucran a más de dos personas a la vez e indispensable tomar medidas de precaución para disfrutar sin riesgos para la salud". Por su parte Elsa Viegas, sexóloga, diseñadora y desde Platanomelón opina que "tendremos más reparos a la hora de buscar una nueva pareja sexual y que es posible que nos volvamos más 'monógamxs' con nuestrxs follamigxs".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Lydia Parrilla Muñoz, psicóloga y sexóloga en Duplapsicología, explica que, desde su punto de vista, "el miedo al contagio nos podría hacer disminuir las relaciones esporádicas, al menos a corto-medio plazo. Esto se podría normalizar cuando asumamos que es otro virus más con el que deberemos convivir" y detalla: "en cuanto a las relaciones sexuales dentro de parejas estables dependerá de muchos factores, pero en general creo no se verán tan afectadas".

2. El vello púbico, ¿qué?

Este tiempo sin contacto con otras personas ha hecho que muchxs dejen crecer su pelo tranquilamente. El de la cara, el de las piernas y el de los genitales. La naturaleza corporal se ha extendido por nuestros cuerpos. Podríamos estar ante una nueva etapa, una en la que el vello corporal fuera lo más sexy y atractivo. "¡Ojalá!", exclaman Branni y Hernando. "El vello púbico ayuda a proteger los genitales de infecciones y heridas. Tras esta época de confinamiento, muchos hábitos han cambiado, incluso en tema de depilación: muchas personas han preferido convivir con el vello corporal y púbico en lugar de incurrir en depilaciones de cualquier tipo. Esto nos da la medida de que, en el fondo, muchos de nuestros comportamientos tienen una marcada influencia social", apuntan ambas.

Elsa Viegas opina de forma similar pero con algo más de pesimismo ante el cambio: "Llevamos muuuuuuuuucho tiempo depilándonos, llevamos aún más tiempo asociando el vello femenino a determinados colectivos, a falta de higiene, a dejadez... y todos los comportamientos que están muy arraigados tardan mucho en cambiarse. Yo creo que aunque vemos muchos movimientos pro vello, tardaremos mucho en poder cambiar nuestra mirada sobre él". Lydia Parrila opina igual y es más, se pregunta: "¿realmente pensamos que no volveremos a caer en estereotipos en cuanto volvamos a salir al mundo? Creo que en este aspecto aún nos queda mucho camino por recorrer".

3. ¿Más fantasías sexuales que antes?

El imaginario puede haberse encendido en este tiempo sin contacto. Elsa Viegas explica que "llevar a cabo nuestras fantasías está muy vinculado con 'ser libres', a estar cómodxs con nuestra sexualidad, saber comunicarlas y sobretodo encontrar a una persona con quien ponerlas en práctica". Así que ojalá que sí. Ojalá salgamos más libres de este confinamiento. Las sexólogas de Platanomelón comentan que "este tiempo ha generado muchas expectativas y cierta tensión erótica entre las parejas, más o menos estables, con lo cual es posible haya más predisposición y ganas a compartir nuevas fantasías sexuales".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Estamos totalmente de acuerdo con las medidas de seguridad 😏. #coronavirus

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"Bueno, está claro que hay que reinventarse e intentar practicar sexo de la manera más segura posible. Eso probablemente conllevará que le demos rienda suelta a nuestra imaginación para adaptarnos", explica Lydia Parrila. Las fantasías que viven en nuestro imaginario son muy distintas a nuestros deseos, con lo cual hay que saber diferenciarlos: que algo te produzca placer al imaginarlo no quiere decir que quieras llevarlo a cabo. Eso sí, si crees que puedes explorar el placer y disfrutar más poniendo en práctica esas historias que tienes en la mente, siempre puedes expresarlo, esto podría hacer que la confianza con tu pareja aumente y se fortalezca. 

4. ¿Tendremos que reaprender a tener sexo?

Quizás haya ciertas fórmulas que tendremos que llevar a cabo, así lo explica Lydia Parrila: "Se están dando unas pautas que deberían seguirse, como evitar los besos, ya que el virus se transmite por nariz y boca principalmente. Habrá también que adoptar posturas en las que no nos encontremos cara a cara con la otra persona, como sería por ejemplo la postura del perrito o la cucharita. Además debemos evitar prácticas sexuales boca-ano ya que se ha demostrado que las heces son transmisoras". Monica Branni y María Hernando apuntan que "mientras dure la desescalada tendremos que seguir reaprendiendo a tener sexo" y detallan: "por suerte, durante esta cuarentena ya son muchxs lxs que se han reinventado e, imaginación al poder, se han vuelto muy creativos. El cibersexo ha sido el gran protagonista de la cuarentena y parece que el erotismo ha llegado a nuestras pantallas para quedarse".

5. ¿Aumentará la frecuencia?

El miedo al contagio se ha instalado en muchas personas, con lo cual es posible que sea un camino progresivo. Aún así es importante saber que "el sexo no sólo se tiene en la misma cama, sino que empieza desde nuestra forma de comunicarnos, seducirnos, compartir deseos y expectativas", explican las sexólogas de Platanomelón. Es más, ellas han podido constatar que hay un aumento en "el autoconocimiento y la autoexploración, así prácticas como la automasturbación son las más frecuentes en estos tiempos. Además muchas personas han probado por primera vez un juguete sexual: un compañero genial para descubrirse, disfrutar y pasarlo en grande". 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Medidas desesperadas para tiempos desesperados. ⁠ ⁠ Foto de @vadimseine

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Lydia Parrilla lo tiene muy claro: "se estima que la frecuencia aumentará tanto para las personas que tenían pareja cuando comenzamos con la cuarentena como para las que no. Las personas que han estado confiadas juntas en la mayoría de los casos comenzaron la cuarentena con ganas de aprovechar ese tiempo que no podían emplear en otras cosas pero la realidad es que conforme han ido pasando las semanas el estrés y la ansiedad causadas por el coronavirus ha provocado un descenso del apetito sexual. Por lo que cuando nuestras vidas vuelvan a la normalidad, nuestro apetito volverá a tomar su cauce. Quienes no tenían pareja vivirán los primeros encuentros con otras como si fueran primeras citas con todo el componente psicológico que eso conlleva".

Debemos cuidarnos, debemos tomar conciencia en cuanto a la higiene sexual, no solo de nuestro cuerpo sino también en cuanto al espacio donde se tiene sexo e incluso de nuestros juguetes sexuales. Sea cual sea la manera podremos decir, en función de cómo avance y evolucione todo, que el coronavirus ha cambiado nuestra manera de vivir y entender el sexo.

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