4 señales que indican que estás preparado para una relación

Tener amor propio y autoconciencia es clave para iniciar una relación sentimental saludable

Querer sumergirse en una relación y estar preparado para hacerlo son dos cosas muy distintas. Según cuenta la científica del comportamiento Clarissa Silva en un artículo de Elite Daily, es el en un artículo de Elite Daily lo que define si estás o no listo para construir algo con otra persona. Respetarte. Valorarte. Y, por encima de todo, tener autoconciencia, ya que como explica la experta, “es clave en nuestra toma de decisiones en la relación”. Estas cuatro señales te ayudarán a reconocer si te amas lo suficiente como para poder lanzarte a una relación.

Eres honesto contigo mismo

Te conoces lo suficiente como para saber qué deseas realmente de una relación pero, además, tienes la suficiente coherencia hacia tus deseos como para no conformarte con otra cosa. Se acabó aquello de pretender o conformarse. Y haces bien, porque una persona o relación que no te satisface está condenada al caos y la destrucción.

Te responsabilizas de tus defectos

Amarte a ti mismo no significa vanagloriarte de tus virtudes y enterrar con vergüenza todos tus defectos para no tener que enfrentarlos nunca. Todo lo contrario: amarte de verdad significa ser consciente de tus fallos, aceptarlos —porque eres humano— y esforzarte activamente para mejorar. Una actitud que resultará fundamental para una futura buena relación.

Aceptas tu pasado

Muchas personas soportan toneladas de pasado sobre sus espaldas porque nunca fueron capaces de aceptar las experiencias desagradables que vivieron. Esto es un lastre que, con toda probabilidad, tendrá su eco en cualquier futura relación. Pero el fracaso no es un estigma. Todos lo hemos sufrido. Aceptarlo y entenderlo como parte de tu crecimiento es crucial.

Sacas tiempo para ti

Si no te conoces lo suficiente como saber qué cosas amas hacer y te pasas la vida aburrido y presa del vacío existencial, te agarrarás como una garrapata a una posible pareja. Una carencia de autonomía muy tóxica. Por eso, y antes de dar el paso, asegúrate de que disfrutas del mundo por ti mismo para no convertir a tu futura pareja en tu salvavidas total. Esa presión asfixiante nunca acaba bien.