Nunca es buen momento para dejar a alguien, sobre todo si no tienes un gran motivo que te haga no querer volver a verle. Piénsalo, en apenas unos minutos eliges voluntariamente que alguien que es una parte de ti deje de serlo. Escoges que ese alguien que está allí siempre, la persona que mejor te comprende, ya no tenga que ser tu red de protección. Te expones a sentirte solo, a quedarte en casa cuando te apetecería salir, a decirle adiós al plan mantita y peli, a no hacer la cucharita por las noches.
Sabemos que no es fácil renunciar a estas cosas, cambiar de vida, pero acéptalo: ya no eres feliz. Ya no sientes lo mismo. Hace tiempo que quieres romper, sin embargo, no te atreves, porque tienes mil razones que hacen que alargues la situación mientras te aclaras. ¿Razones hemos dicho? Perdón, queríamos decir EXCUSAS. Como estas, por ejemplo:
Es que son muchos años
¿Da penita, eh? El problema con los años es que acumulas tantas cosas que luego todo te hace pensar en la otra persona, y apenas puedes recordar cómo era la vida cuando no estabais juntos. Cuando estabas, ¿cómo se decía? ¡Ah, sí, soltero!
Es que... me sabe mal, es tan majo/a... ¿y qué va a hacer si le dejo?
Tenemos que dejar de pensar que somos el centro del universo y que, sin nosotros, la vida se va a la mierda. ¿Que qué va a hacer si le dejas? Pues lo pasará mal, claro, igual que tú. Pero se acostumbrará, saldrá adelante y no será infeliz para siempre. Otro asunto es que, lo que en realidad te de miedo, es que rehaga su vida antes que tú, ¿no crees?
Es que... no quiero hacerle daño
Porque seguro que otros te ha hecho daño mil veces antes, tú no quieres hacer lo mismo. Ahora, una cosa te decimos, si haces las cosas bien y eres sincero, no le estás haciendo ninguna putada al dejarle. Al revés, si se da cuenta de que has estado con él o ella durante mucho tiempo teniendo claro que le querías dejar, entonces síque es muy posible que se sienta utilizado. Y entonces, sí que le estarás haciendo daño.
Es que... nos tenemos mucho cariño
Ojalá el cariño fuese sinónimo del enamoramiento, porque todo sería más fácil, pero no. A largo plazo, sabes que necesitarás más emoción en tu relación, más química. Sabemos que al buscar esas emociones nos exponemos a sufrir, pues el cariño está en nuestra zona de confort, pero a la larga es inviable y lo sabes.
Es que... ahora vienen las vacaciones, cumpleaños, aniversario, etc.
Uy, NUNCA va a ser un buen momento. Siempre habrá algo: Semana Santa, Carnaval, vacaciones, cumpleaños, aniversarios, casas rurales, conciertos, bodas, Bar Mitzvah's, qué se yo. En fin, la lista es más larga de lo que internet puede albergar.
Es que... ¿y si luego me arrepiento?
Dale la vuelta: ¿y si cuando le dejes y dentro de un tiempo seas mucho más feliz que ahora, te arrepientes de no haber comenzado esta nueva vida antes? Que sepas que es lo más probable.
Es que... es solo una bache uno muy, muy, muy largo
Hay relaciones que son un bache en sí mismas. Y tú sabes diferenciar perfectamente una mala racha de una situación que ya no tiene remedio. Si lo intentáis, y no hay manera de volver a recuperar la magia que teníais en los buenos tiempos, si ya no es lo mismo, quizás sea hora de cambiar de libro.
Es que... teníamos planes
Cuando te acerques a los 30 sabrás que esta es la excusa número 1: los planes de futuro. Lo pillamos. Aunque piensa que a veces nos cegamos por la ilusión que nos hace el plan en sí mismo, y por desgracia ya no tanto la persona con la que teníamos pensado llevarlos a cabo.
Es que... no es culpa suya, está pasando por un mal momento
Dejar tirado a alguien cuando te necesitan está mal. Y buscar excusas por todas partes para justificar su comportamiento, peor aún. Sobre todo para ti.
Es que... es que
¿Es que sabes que pasa? Que también podría ser que todas estas excusas se puedan resumir en una frase: NO QUIERES ESTAR SOLO. Y que la otra persona sea solo eso, una excusa. Porque da vértigo dejar a una pareja, nos entra miedo solo de pensar si luego nos sentiremos solos, si nos arrepentiremos, si nos estamos equivocando. Pero oye, ¿acaso alguna vez los "es que..." y los "y si..." han hecho a alguien verdaderamente feliz? Nosotros creemos que NO.