Ser una persona humilde podría salvarte la vida

Desde una mejor salud mental a relaciones más significativas y pasando por conversaciones más profundas

Mira a tu alrededor. Observa a las demás personas. Obsérvate a ti mismx. Piensa en la cantidad de tiempo que se dedica en esta sociedad a impresionar a los demás. A competir de una manera u otra. A mostrarse como vencedorx de la lucha social. A proteger el estatus. Todo gira en torno a ello. Sin embargo, cuenta el psicólogo estadounidense Mark Travers en una publicación para Psychology Today, te harías un tremendo favor si fueras contracorriente y cultivases una cualidad cada vez más en desuso pero muy saludable: la humildad.

Una cualidad que, según el psicólogo clínico Everett Worthington, de la Virginia Commonwealth University, se compone de cuatro elementos fundamentales. El primero, ser consciente de las fortalezas y debilidades propias. El segundo, estar abiertx al aprendizaje para corregir las debilidades detectadas. El tercero, presentarte ante el mundo con modestia en lugar de con arrogancia. Y el cuarto y último, vivir la vida no como una oportunidad para superar a los demás y menospreciarlos, sino como una oportunidad para hacerles mejores.

No tienes que demostrar nada

Una vez adoptas estas actitudes, se manifiestan tres beneficios directos, el primero de los cuales es la moderación a la hora de posicionarte en los debates. Esto, dice Worthington, al que cita el propio Travers, repercute positivamente en tus relaciones, ya que no te enquistas ni intentas quedar por encima en cada mínimo desencuentro. Al final, todo esto provoca "beneficios para la salud mental tanto de quien es humilde como de quienes tienen una relación con esa persona". La humildad atrae a los demás. La soberbia les aleja poco a poco.

Aunque no atraes a cualquiera. Según una investigación internacional publicada en el Journal of Research in Personality, "las parejas que se ven como honestas y humildes tienen más probabilidades de ser compatibles, informar más satisfacción en la relación y tener relaciones más duraderas". Es decir, que si mantienes la humildad como uno de los pilares de tu conducta harás que personas humildes vengan a ti y no personas arrogantes que se creen por encima de los demás. En cierto sentido es como un escudo. Uno bastante valioso. 

Por último, agrega Travers, "la humildad también se ha relacionado con una mejor escucha, que todos sabemos que es uno de los componentes centrales de una buena conversación". Y tiene sentido. Si caminas por el mundo con la equivocada idea de que tu verdad es la verdad y de que nadie puede enseñarte nada, no escucharás en absoluto. Pero si caminas con humildad, abierto a otras verdades, escucharás. Y es una carretera de doble sentido: "escuchar aumenta el estado de humildad de ambas partes", explica el psicólogo Michael Lehman.