El truco definitivo para las parejas que son incapaces de dormir bien juntas

El "divorcio del sueño" puede ser la última opción para salvar la relación, pero quizá haya maneras más constructivas de hacerlo

Absolutamente todxs lxs profesionales de la salud incluyen una buena higiene del sueño en su recetario. No es casualidad: dormir adecuadamente proporciona un boost de energía, un subidón para tu estado de ánimo y una considerable mejora de la libido que podría convertirte en una máquina sexual. Pero no siempre es sencillo descansar bien cuando compartes la cama con tu pareja. Especialmente si estás acostumbradx a dormir solx. La inquietud de la otra persona, la diferencia de temperatura o los ronquidos pueden matar el sueño y la relación poco a poco. La buena noticia es que existen trucos para solucionarlo.

Como cuenta el psicólogo clínico Michael J. Breus, miembro de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, en un artículo para Psychology Today, todo depende del problema concreto en cada caso. El espacio suele ser uno de los más habituales. Algunas personas simplemente necesitan más espacio y menos contacto para dormir felices. Y, seas tú o tu pareja, es algo completamente respetable. ¿La solución? Muy sencilla: cero reproches, mucha comprensión y comprar un colchón bien grande. "Un colchón tamaño queen es la opción más popular para parejas porque le da a cada persona más espacio para dormir y moverse".

¿Pero dormir separados no significa que no hay amor suficiente? ¿Descansar entrelazados en posiciones como la cucharita no es la señal definitiva de que la pareja va bien? Este es otro de los trucos de Breus: interiorizar que todo eso son chorradas. Cada persona es un mundo y algunas encuentran muchas más dificultades para encontrar una postura placentera. Como señala el experto, "solo porque priorices la comodidad sobre los abrazos no significa que haya problemas". Así que permítete dormir como desees y permite a tu pareja dormir como desee. La relación irá mucho mejor si estáis descansados.

Esto resulta tan válido para las posturas como para los horarios. Porque las relaciones son encuentros entre dos seres humanos distintos que deciden compartir sus vidas manteniendo su independencia. No son unas probetas experimentales en las que meter dos seres humanos y agitarlos hasta homogeneizarlos y que sean iguales. Es perfectamente saludable dormir cuando te nazca y no cuando tu pareja lo haga. Eso sí, si dormís en horarios distintos, "ten cuidado de no despertar a tu pareja al entrar o salir de la cama". Mantener la independencia está muy bien, pero respetar a la otra persona también. Son cosas compatibles.

Por último, otro de los problemas más frecuentes de las parejas para descansar son los ronquidos. Y la clave aquí es acudir a un especialista para descubrir por qué roncamos tanto si somos nosotros, así como utilizar tapones si es nuestra pareja la que ronca como un taladro mientras lo soluciona. En última instancia, lo más importante es la comunicación y no acumular rencores por no descansar bien. Eso mata la relación y la va quemando poco a poco. ¿Y si nada funciona? "Un divorcio del sueño puede ser una buena idea. No es tan siniestro como suena", dice Breus. Dormir en camas o habitaciones separadas para salvar la pareja.