Claves para conseguir que la suerte esté de tu lado de una vez por todas

Cargas unas cuantas autolimitaciones para disfrutar de la buena suerte, pero puedes deshacerte de ellas

Controlarlo todo. Esa es la aspiración última de tu cerebro: tenerlo todo dominado para garantizar que nada ni nadie amenaza tu supervivencia ni tu felicidad. Y, sin embargo, y por más esfuerzos que pongas, conscientes o inconscientes, estás lejísimos de controlarlo todo. De hecho, cada dos por tres surgen cosas que desbaratan tus planes y ponen tu vida patas arriba. Según Christian Bush, autor del ensayo The Serendipity Mindset: The Art & Science of Creating Good Luckla manera en la que lidias con lo inesperado define quién eres y lo que consigues en la vida. Puedes convertir los imprevistos en resultados positivos.

Ábrete a lo inesperado

Es lo que Bush denomina "desarrollar una mentalidad de serendipia" o una "suerte inteligente". Y para ello, dice, existen tres estrategias fundamentales, la primera de las cuales consiste en no subestimar la probabilidad de lo inesperado. "Es poco probable que Zoom se caiga el día de tu presentación. Es poco probable que la persona que se suponía que debía evaluar tu presentación se enferme. Es poco probable que derrames café por tu ordenador portátil justo antes de la presentación. Pero cuando sumas todos esos eventos improbables, es relativamente probable que suceda algo inesperado". Debes estar abierto a ello.

Pero no solo a lo negativo. El principal obstáculo para atraer suerte positiva es tu mirada: no ves las buenas coincidencias y los buenos imprevistos. Y si no los ves pierdes dos oportunidades. En primer lugar, la oportunidad de adaptarte rápidamente a esa nueva circunstancia para aprovecharla y salir ganando. Como cuando te topas tres veces en el metro con alguien que te mola. En segundo lugar, la oportunidad de sentirte agradecidx por el golpe de suerte. La tendencia de tu cerebro a prestar atención a los estímulos negativos te pasa factura, te aleja de la gestión inteligente de los eventos inesperados deliciosos. Una pena.

Siempre puede pasar algo nuevo

La segunda estrategia consiste en reeditar tus narrativas pasadas. Como explica este especialista, "cuando construimos historias sobre eventos pasados, a menudo pretendemos que hubo una progresión lineal. Esto puede llevarnos a percibirlos como más predecibles de lo que realmente son". Esto ocurre porque tu cerebro no tolera la incertidumbre y los huecos en los guiones. A través de un proceso llamado post-racionalización, los rellena y te hace sentir que todo fue siempre lógico y sin sorpresas. Y esto te conduce nuevamente a cerrarte a la posibilidad de la buena suerte. Pero es así: siempre pasan cosas insólitas.

Por último, tienes a tu disposición la estrategia de la versatilidad funcional. En palabras de Bush, "la investigación ha demostrado que las personas que están familiarizadas con ciertas estrategias de resolución de problemas rara vez desarrollan estrategias más simples". Es decir, que cuando se presentan buenos eventos inesperados, continúas perseverando en tu camino trazado como un bisonte. Es aquí donde debes meterle un toque de creatividad: ver cómo encaja ese golpe de suerte en tu plan y usarlo de modo ingenioso. Así, superadas estas autolimitaciones, "lo inesperado puede convertirse en fuente de posibilidades, alegría y significado".