Ponerte nervioso ligando podría hacer que resultes más atractivo

Tu tono de voz se vuelve más sexy cuando estás ante alguien que te gusta

Hasta la última de las personas, y por muy seguras que puedan estar de sí mismas, puede sucumbir ante los nervios cuando está frente a alguien que le mola. Es natural: hay algo en juego y tu cuerpo entra en el modo ansioso para impulsarte a conseguirlo. El problema es que en estas situaciones sueles delatarte con mucha claridad debido a las palabras que no quieren fluir, los sudores y un lenguaje corporal errático. Estás hechx un flanecillo y, como has escuchado trillones de veces que el nerviosismo es la antítesis de lo sexy, sientes que estás dando pena. Pero la especialista impulsarte a conseguirlo opina todo lo contrario: el nerviosismo te hace deseable.

Y parece haber múltiples motivos para ello. El primero podría estar relacionado con la involuntariedad. Con una de esas presentaciones torpes e inseguras estás enviando "expresiones de interés inadvertidas" que "pueden hacerlas parecer más interesantes y atractivas". Después de todo, hay algo mágico en ello, muy natural e inevitable, en comparación con la muestra de interés más segura e incluso arrogante de quienes se sienten irresistibles. Quizá para el resto de personas puedas parecer un ridículo manojo de nervios, pero la persona que te interesa probablemente esté percibiéndote mucho mejor de lo que piensas.

El segundo motivo de este peculiar fenómeno tiene que ver con ciertas adaptaciones fruto de la ansiedad y del estrés al que nos vemos sometidos ante quienes nos encantan. Según cuenta Patrick, basándose en las investigaciones de la psicóloga evolutiva Susan M. Hughes, "las mujeres elevan su tono vocal, lo que puede hacerlas sonar más atractivas, lo que ilustra cómo los patrones de habla, bajo el estrés de la interacción social, pueden mejorar las primeras impresiones y la atracción". Bueno, quizá hayas soltado algún gallito al arrancar a hablar, pero seguramente lo hayas compensado más tarde con una voz más pausada y tranquila.

Y no solo eso. Además de cambiar nuestro tono de voz, también cambia el contenido que soltamos. Aunque pueda sonar contraintuitivo, "cuando una persona se pone ansiosa al hablar por primera vez con alguien que encuentra atractivx, su comunicación semántica puede de hecho volverse más efectiva". Y sabemos que en tu cabeza suenas como un pulpo hablando húngaro, pero quizá sea simplemente por la autoexigencia que tienes en ese momento tan crucial para ti. En realidad, es posible que lo estés haciendo bastante bien. Otros motivos son que en esos contextos pareces "más agradable, más interesante y más conversacional".

¿Dónde están ahora quienes decían que para resultar atractivx había que mostrar una seguridad de titán? Cientos de manuales del buen amor totalmente desacreditados. No obstante, hay una pequeña cara oculta y no tan positiva en todo este asunto: "Hughes descubrió que cuanto más nerviosa estaba una persona en compañía de alguien que consideraba muy atractivo, menos podía distinguir la atracción de la otra persona". Todo por la interferencia cognitiva provocada por la ansiedad y el deseo. En cualquier caso, y si eres de quienes se ponen hechos un manojo de nervios, probablemente salgas ganando con todo esto.