Si me permites un consejo, si te duele, vete

Si te sientes sin salida y la vida te pesa ya desde hace un tiempo. Si levantarte es un suplicio que requiere el último ápice de tus fuerzas. Si cada vez que te metes en la cama por la noche te cuesta dormir porque tus ideas se dedican a recorrer tu

By Lítera

Si te sientes sin salida y la vida te pesa ya desde hace un tiempo. Si levantarte es un suplicio que requiere el último ápice de tus fuerzas. Si cada vez que te metes en la cama por la noche te cuesta dormir porque tus ideas se dedican a recorrer tu cabeza en espiral, chocando contra las paredes de tu cerebro. Si ya no le sacas el jugo a los días, si te aburres, si estás triste, si llevas una temporada larga en que vivir es una obligación y no un disfrute. Si tienes que esforzarte para convencerte de que esto es una racha, aunque cada vez esté más claro que tu vida se ha transformado en una lucha constante. Si te pasa todo esto, hazme caso. Vete.

Porque eres fuerte. Afrontas los problemas y te esfuerzas por sacar lo mejor de ti, encaras cada día y lo intentas domesticar con tu sonrisa. Ante una dificultad, te subes las mangas y te frotas las manos en lugar de sentarte. Nunca has puesto pegas a la hora de trabajar, de avanzar, de arriesgar. Lo que pasa es que ya no puedes más. Porque te sientes al límite. Porque hace tiempo que caíste y sigues avanzando a base de clavar uñas y resollar con la boca llena de tierra.

$!vete codigo nuevo

Si te está pasando esto, por favor, hazme caso. No soy nadie para decirte cómo vivir tu vida, pero me importa que la vivas. Deja de arrastrarte. Deja de repetirte que es un bache. En el fondo sabes que no lo es. No llames bache al pozo. Tal vez te has ocupado tanto de avanzar que no te has dado cuenta de que te has salido del camino y, por eso, en medio de este agujero, no encuentras luz en ningún sitio. Así que levántate y vete. Busca cualquier cosa que brille y corre hacia ella.

Probablemente piensas que escaparse es de cobardes, que irse significa rendirse, pero no es momento para tonterías. Tú crees que puedes con todo si te esfuerzas lo suficiente, pero sientos ser quien te diga que no, que no siempre puedes con todo y que no pasa nada. Que decidir cambiar no significa rendirse. Que rendirse no significa fracasar. Que fracasar es aguantar una vida que no te gusta y perder el tiempo dentro de las mentiras.

$!vete codigo nuevo

¿Crees que largarte es un acto de cobardía? No te lo tomes a mal, pero creemos que lo cobarde es lo que estás haciendo ahora mismo. Porque, en el fondo, sabes que huir no es nada fácil. Que hace falta ser muy valiente para enfrentarse a la gente que te sobra, al trabajo que te amarga, a la pareja que te decepciona o a la familia que presiona hasta sacarte el aire y decirles a la cara "me habéis hartado". Es durísimo aguantar el chaparrón, esperar a que los lazos cortados cicatricen, reconstruirse. Hace falta ser muy valiente para quererse a uno mismo. Llegar a convencerte de que tienes derecho a algo mejor. Que te lo mereces.

¿A quién quieres engañar? Sabes a la perfección que hace falta echarle valor para cambiar de vida. Porque no hay ninguna garantía de éxito. Porque incluso en el dolor se halla cierta comodidad siempre y cuando se trate de un escenario conocido. Y, sobre todo, porque nadie puede asegurarte que vayas a ser más feliz lejos de todo esto. Pero sí puedo prometerte una cosa, aunque el refranero te haya jurado lo contrario. Es mejor bueno por conocer que malo conocido. 

$!vete codigo nuevo

Deja de tener miedo porque no puede ser peor que esto. ¿Que si va a doler? Claro. Como si no estuviera doliendo ya. ¿No te has convencido ya de que te sobra capacidad para soportar el sufrimiento? ¿Y si empiezas a hacerte fuerte en él y lo aprovechas para cambiar lo que te está destrozando en lugar de para hacerte una tienda de campaña en medio de tu mierda?

Así que lárgate. Cambia. Rompe. Empieza por pisar tus propias excusas y por abrir mejor los ojos. Deja de convencerte de que puedes aguantar y empieza a decirte que debes hacer algo por ti. Búscate un sitio donde te sientas bien. Y, aunque no encuentres un lugar en el que quedarte, por lo menos te regalarás un rincón donde crecer en vez de hundirte.