Esto Es Lo Que Le Pasa Por La Cabeza A Una Persona Que Quiere Suicidarse

Cuando en la cabeza hay una mayoría de pensamientos negativos, vivir puede empezar a resultar agotador.

Crédito de la imagen: Mark Harless

Cuando en la cabeza hay una mayoría de pensamientos negativos, vivir puede empezar a resultar agotador. Esos pensamientos aplastan, dejan sin fuerzas, sin ganas, ni esperanzas, culpandose por un pasado que debería haber sido distinto y proyectando un futuro muy negro en el que no apetece estar. Muchas veces lo que se quiere no es morir sino encontrar ese interruptor que pare esos pensamientos aunque sea un poquito para poder descansar. Y ¿qué es lo que quita ese descanso o paz mental tan necesarios para poder disfrutar de la vida?

Diálogo interno de maltrato

Es relacionarse con uno mismo desde la autocrítica constante, sin permitirse fallar o equivocarse, exigirse ser siempre más y hacer mejor las cosas, hasta el punto de llegar a anularse. Una forma muy habitual de maltratarse es teniendo la culpabilidad muy presente. Sentirse culpable es tan habitual como respirar. Ese automaltrato lleva buscar la propia autodestrucción, mediante adicciones, por ejemplo. Algunas personas llegan a sentirse tan mal consigo mismas que una de las grandes mentiras que se dicen es que aquellos que les quieren estarán mejor sin ellos.

Comparación constante con una imagen idealizada

Tienen una imagen es su cabeza de cómo deberían ser tanto su vida como ellos mismos, pero no coincide con la realidad y eso les provoca una intensa sensación de fracaso. En lugar de dirigir sus esfuerzos en aceptar las cosas tal y como son e intentar disfrutar de ellas, sus pensamientos están dirigidos en cómo deberían ser. Siempre hay un desajuste entre lo que viven y lo que les gustaría estar viviendo.

Rigidez muy grande al interpretar la realidad

Todo es blanco o negro, no hay gama de grises. Esto se conoce como pensamiento dicotómico y genera mucho sufrimiento porque hace que la mente se quede estancada en callejones sin salida. Está muy enfocada en darle vueltas a los problemas de forma obsesiva, por lo tanto no quedan fuerzas para encontrar soluciones de forma creativa. Así que se perciben mucho los problemas, se magnifican, pero no las soluciones.

Lo opuesto al pensamiento suicida, es amarse a uno mismo sin condiciones, porque cuando amamos algo tenemos ganas de cuidarlo y cuando lo odiamos, de deshacernos de él. Esa es la clave para poder ser felices, disfrutar con nuestra propia compañía, de nuestro cuerpo, agradeciéndole todo lo que hace por nosotros cada segundo de cada día. A eso se refiere la tan utilizada palabra de 'fluir', a disfrutar de lo que somos y tenemos en cada momento.

Consiste en aprender a ver de otra forma todas esas razones por las que no nos sentimos merecedores de nuestro propio amor y pensamos que es mejor acabar con nuestra vida que seguir viviendo. Comprender que a veces ocurre aquello que esperábamos o deseábamos pero que más de una vez, pasará algo totalmente diferente. Y eso puede suponer también una aventura, sacarnos de la rutina y de lo previsto, llevándonos a un sitio incluso mejor, a vivir una experiencia más enriquecedora.