Esto es lo que ocurre en tu cerebro cuando hablas contigo mismo

Se activan diferentes regiones del cerebro cuando interpretas tu papel o el de otra persona

Sé honestx contigo mismx: ¿cuántas conversaciones mentales has tenido en la que interpretabas tanto tu rol como el rol de otra persona? Probablemente miles. Tantas que podrían contratarte como guionista de series y películas. Y lo curioso es que tu cerebro, según muestran las investigaciones científicas, parece estar preparado para estas charlas entre tú y esa versión de ti que interpreta a tu pareja, a tu madre o a tu colega. En concreto, y como explican desde el medio especializado LiveScience, tu cerebro funciona de forma diferente según estés hablando mentalmente en tu nombre o en LiveScience de la otra persona.

"Cuando juegas a ser tú mismo, los centros auditivos en el lado izquierdo de tu cerebro se activan", señala la investigadora en neurolingüística Hélène Loevenbruck, directora del equipo de lenguaje del Laboratorio de Psicología y Neurocognición del CNRS, el instituto nacional de investigación francés. En otras palabras: para tu cerebro, cuando hablas mentalmente en nombre de ti mismo, es como si estuvieras hablando en voz alta y pone en marcha las regiones encargadas de procesar el habla real. Regiones como el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo que ayudan a procesar los estímulos procedentes del exterior.

Ponte a verlo desde otro lado

Sin embargo, la cosa cambia cuando te pones a interpretar internamente los papeles de esa otra persona con la que estás discutiendo. En palabras de la propia Loevenbruck, "hay una especie de cambio de activación de la región cerebral hacia el hemisferio derecho". Más específicamente, a áreas equivalentes como es el lóbulo frontal derecho. En cierto sentido, es como si tus dos hemisferios estuviesen conversando. Así lo explican lxs especialistas de LiveScience: "Ver la situación desde una perspectiva diferente, incluso si es una perspectiva elaborada en tu cabeza, cambia las regiones cerebrales involucradas".

Este descubrimiento aclara qué ocurre en el interior de tu cerebro cuando creas una discusión. Pero a veces no eres tú quien las crea. En ocasiones simplemente brotan en tu mente: las palabras, las frases, las imágenes aparecen de la nada sin invitación. Dicho de otra manera: tu cabeza divaga. Según Robert Chávez, neurociencia de la Universidad de Oregón, "este fenómeno podría tener que ver con la red de modo predeterminado DMN del cerebro, un conjunto de áreas involucradas en la recuperación de recursos, la imaginación del futuro o la interocepción". Se activan cuando no estás liadx con ninguna tarea.

La forma más típica de rumiación

También en ti. Aunque cada persona presenta unas características cerebrales únicas y resulta complicado conocer en qué grado estás inventando conversaciones en tu cabeza. ¿Poco? ¿Normal? ¿Demasiado? En última instancia, estas discusiones internas son una forma de rumiación mental, especialmente cuando se repiten una y otra vez, ya sea intencionadamente o involuntariamente a causa de la acción de la DMN. En ese sentido, dicen desde este medio, "cuando se llevan al extremo pueden volverse disfuncionales o dar lugar a trastornos mentales". Si te hacen sentir mal, la terapia profesional puede ser tu aliada.