Cómo neutralizar las películas de terror que se monta tu cabeza antes de la regla

Es como una nube negra que se posa sobre tu cabeza y enturbia todo lo que ves, escuchas y piensas. Todo te sienta mal, tu sensibilidad se multiplica por 100 y tiendes a estar de bajón.

Es como una nube negra que se posa sobre tu cabeza y enturbia todo lo que ves, escuchas y piensas. Todo te sienta mal, tu sensibilidad se multiplica por 100 y tiendes a estar de bajón. Si tienes estos síntomas con regularidad, probablemente seas mujer y formes parte de ese amplio porcentaje que sufre el llamado 'síndrome premenstrual'.

Aunque a veces se utilice para desautorizar a las mujeres de forma sexista, tachándolas de inestables emocionalmente, no se puede negar que este síndrome existey es responsabilidad de cada una identificarlo e intentar que le afecte lo menos posible.

Normalmente se produce unos días antes del ciclo menstrual, o incluso durante, y se identifica porque esa voz que tienes en tu cabeza - la que se pasa el día comentando las cosas que vives, comparándolo todo y relacionándolo con otras experiencias - de pronto se vuelve oscura. Empieza a contar historias de tristeza, de angustia o de ira acerca de la vida, de nosotras mismas, de las personas de nuestro alrededor o de los sucesos pasados, presentes, futuros o imaginarios. En ese momento esa voz culpa, acusa, reniega, fantasea, y tú te sientes totalmente identificada con lo que escuchas y te crees todo lo que te dice. Durante estos días, es muy posible que se activen tus miedos más profundos y solo veas aquello que menos te gusta de ti misma.

Así que pasas unos días sumergida en ese cine donde se proyectan películas de miedo sobre todo lo que afecta a tu vida y que estarán muy bien hechas, porque tú eres guionista, directora y protagonista... y sabes cómo hacerlas creíbles. A causa de esto, también será cuando más te enfades y discutas con las personas que tengas alrededor: padres, pareja, compañeros o amigos.

Pero es probable que te cebes especialmente con tu pareja, porque al estar en contacto con 'lo peor' de ti misma, tu parte más íntima, también verás de forma muy exagerada todo aquello que no te gusta de la persona con la que compartes tu vida o de la relación en general. Pensarás que no es suficientemente detallista, que no te expresa lo que siente por ti y querrás que te esté a tu lado y que se aleje de ti con la misma intensidad. Vamos, que no te entenderás en absoluto a ti misma, y tu pareja menos.

Hasta aquí todo te suena, ¿verdad?. Lo habrás vivido o lo habrás visto a tu alrededor, pero lo importante es que seas consciente de que no estás condenada a sufrirlo sin remedio. En primer lugar, si estos síntomas son muy extremos debes acudir a tu ginecólogo para que te oriente y, si fuera necesario, te medique. Pero si simplemente te estás amargando la vida una vez al mes y no sabes cómo controlarlo, también puedes hacer algo para evitarlo.

Lo primero es darse cuenta. Ve como tus pensamientos se ennegrecen y te van provocando ese sufrimiento. Fíjate en que, tal vez, no seas tú la que está pensando o hablando y que te estés dejando llevar por tus miedos y obsesiones sin ese freno que te calma normalmente, tu razón. En cuanto seas consciente de ello, este proceso perderá mucha fuerza. Porque tú puedes decidir dejar de identificarte con esa película de terror que se está proyectando en tu cabeza y verla como si fuera solo eso, una película.

Por otro lado, puede que sustancias como la cafeína, el tabaco o el azúcar estén ayudando a intensificar tu síndrome premenstrual. Si buscabas otra excusa para dejarlos, aquí la tienes.

Identificar cuando estás en modo más autodestructivo te ayudará a no actuar ni tomar decisiones importantes en ese estado, a esperar unos días a que pase la tormenta interior y a actuar desde la calma. Sin embargo, hay que estar preparada. Es muy difícil no dejarse llevar por ese impulso destructivo y será necesario un poco de entrenamiento, incluso puede que todavía creas que a ti no te pasa. Pero el esfuerzo merecerá la pena porque te permitirá convivir mejor contigo misma y con los que te rodean.

Crédito de la imagen: Sarah Kate