Este es el método perfecto para quienes no saben qué hacer con su vida

Cada vez es más complicado saber qué queremos hacer con nuestra vida, pero hay una manera de poner nuestros sentimientos e ideas en orden

Puede que estés pasando por una de esas épocas que no sabes muy bien qué hacer con tu vida, o que tienes una idea vaga de lo que te gustaría hacer, pero tampoco sabes muy bien por dónde tirar o si realmente es lo que quieres hacer. Estas dudas aparecen especialmente cuando se trata de decisiones importantes o cuando sientes que arriesgas mucho. 

El bloqueo que puede generar la duda es uno de los más agotadores existen. Además, así como van pasando los años, la respuesta a “¿qué quieres ser de mayor?” se vuelve más difusa y la preguntita más agobiante. Pero para conseguir superar esta situación existe el método SCORE.

Qué es el método SCORE

Este método creado por el psicólogo Robert Dils, se llama así porque corresponde a las iniciales de las acciones que propone el método. Así, en inglés vendría a ser: Symptom Clause Outcome Resourc Effect. Lo que en castellano, se traduciría como Síntoma, Causa, Objetivo, Recurso, Efecto esperado. Para poder desarrollar correctamente el método hace falta ir respondiendo a cada sigla. Así, la S hace referencia al síntoma: aquí tendríamos que definir nuestro problema, qué nos pasa. Si no sabes definirlo puedes intentar describir la situación, ir pensando en cómo te sientes para tener claro que es lo que te genera el bloqueo.

Una vez tenemos la S, pasamos a C. Aquí tenemos que analizar las situaciones que provocan tu malestar o problema. Es decir, hechos que pasan en tu vida como puede ser que estés trabajando en algo que no te gusta o, hago algo que me gusta, pero las condiciones laborales son una mierda. Hecho esto, pasamos a la O, que en este caso sería definir lo que quieres a partir de las causas, en este caso podría ser cambiar de curro para tener uno que te guste más o tenga mejores condiciones laborales. También podría ser pedir una mejora de las condiciones. 

Serías feliz realmente si...

A la hora de ejecutar el objetivo, aplicamos la R de recurso: tienes que preguntarte con qué recursos cuentas para conseguir tu objetivo. Tanto externos como internos.  Y finalmente llegas a la E, el efecto esperado, que básicamente consiste en preguntarte qué conseguirías si lograrás tu objetivo, es decir, cómo cambiaría tu vida y cómo te sentirías con ello. Es aquí también donde puedes sopesar si lo que crees desear o lo que ves como tu objetivo realmente te haría feliz o con ello conseguirías una situación que te gustará.

Esta es una gran manera para ir descartando dudas, ya que a veces el después de tomar la decisión, lo que pasará después, nos da miedo. Imaginarte lo que pasaría y como te haría sentir te permite tener más información. Por ejemplo, puede que nuestro objetivo sea conseguir un ascenso en el trabajo, hecho que conlleva más responsabilidad, pero en el fondo el efecto que eso tendría en ti sería que te quitaría ocio y tiempo con los amigos. Y puede que no te hiciera feliz.