Esto es lo que tu cerebro hace por ti mientras duermes para hacerte más feliz

Tu cerebro cuenta con una herramienta para identificar malos pensamientos y eliminarlos

Sin ánimo de sembrar el pánico: la vida está llena de malas experiencias. Y no pasa absolutamente nada. Son sus idas y venidas, sus alegrías y penas, sus días tranquilos y sus días de ansiedad, sus contrastes, lo que da sentido a toda esta movida. Además, y por suerte, tu cerebro dispone de un mecanismo biológico natural con el que enfrentarse a estas malas experiencias para ayudarte a sobrellevarlas y seguir con tu vida, según una investigación publicada en la revista especializada ansiedad. Pero tiene truco: para que este mecanismo entre en acción tienes que descansar bien. Tu mala higiene del sueño te está pasando factura.

En concreto, y como explican desde El Confidencial, medio que se hace eco de la investigación, "nuestra mente, cuando se encuentra en fase REM, establece una diferencia entre los pensamientos y sentimientos positivos y negativos, atesorando más los buenos y desechando los malos". Es decir, que mientras tú andas soñando vete tú a saber con qué vaina, tu cerebro trabaja incansablemente para, primero, reconocer qué emociones y pensamientos del día fueron dañinos para ti y, segundo, depurarlos para que no continúen afectándote en los días siguientes. Por eso el paso del tiempo ayuda a olvidar: porque tu mente se esfuerza.

Tu cerebro te está salvando

Desde una perspectiva más científica, y tras someter a ratones a diversos experimentos, lxs investigadorxs descubrieron que "el cerebro discrimina las sensaciones de peligro frente a las de seguridad con las dendrita de las neuronas, y a su vez bloquea la sobrerreacción a las emociones negativas, en especial las de peligro". Un mecanismo que lógicamente no has desarrollado tú ni las últimas generaciones humanas, sino que lleva con nosotros miles de años. "Según los expertos, esto responde a un mecanismo de supervivencia, en este caso mental, pero también evolutiva", apuntan desde este mismo medio. Te protege siempre.

En palabras de mattia Aime, científica del departamento de investigación biomédica de la Universidad suiza de Born, "si esta discriminación fallara en los seres humanos, se generaría una reacción de miedo excesiva, dando lugar a trastornos de ansiedad continuos". Piénsalo. Piensa en cómo sería vivir malas experiencia que te aterran y tener que llevar clavado ese miedo el resto de tu vida. Los dramas se acumularían y llevaría contigo cada vez más preocupaciones, lo que inevitablemente te convertiría en una persona asustadiza y con niveles inverosímiles de ansiedad. Es algo que tu cerebro simplemente no puede permitir.

En ese sentido, los resultados de esta investigación podrían servir, más allá de para saciar tu curiosidad, para encontrar fórmulas de recuperación para personas que sufren estrés postraumático. Es decir, personas cuyo miedo no ha sido depurado por el cerebro y permanece adherido a cada neurona. Además, y según explican en El Confidencial, "los científicxs están aplicando los resultados a problemas de salud mental agudos o crónicos como los cuadros graves de ansiedad, depresión, pánico o incluso anhedonia, la incapacidad para sentir placer". En ocasiones, olvidar es lo más productivo que puedes hacer. Da gracias a tu mente.