Hombres y mujeres sentimos diferente pero eso no justifica tu machismo

La evolución tuvo que forjar, por necesidad, caracteres y procesos mentales diferentes en hombres y mujeres. Pero las diferencias son tan relativas que pueden ser superadas fácilmente

En la actualidad, en un momento de deconstrucción de los géneros, estamos obligados a cuestionar todas y cada uno de las ideas asociadas a la mujer y al hombre. Pero esto no significa que todas las ideas estén equivocadas. Precisamente para eso debemos cuestionarlas: para conocer si son científicamente ciertas o el enésimo bulo machista. La igualdad social debe alcanzarse desde la compresión de nuestras diferencias. Tal y como explica el psicólogo David P. Schmitt en Psychology Today, "las probabilidades de que los hombres y las mujeres hayan evolucionado con la misma psicología emocional son básicamente cero".

Porque la evolución no funciona de esa manera. "Las fuerzas de selección que actuaban sobre los humanos habrían tenido que eliminar todas las diferencias sexuales anteriores en la emotividad derivadas de nuestro linaje como mamíferos y primates", añade Schmitt. Sí, somos diferentes, también en la intensidad con la que sentimos las emociones y en los mecanismos innatos con los que tendemos a responder a estas. Eso sí, y tal y como apunta este especialista, no son diferencias tan grandes como para que no podamos entendernos. La idea de la incomprensión entre géneros es solo un cliché de la comedia de relaciones.

Pero las diferencias están ahí. En estos momentos, como indica el propio Schmitt, las diferencias emocionales entre mujeres y hombres más estudiadas científicamente están relacionadas con las emociones negativas. Y los resultados de las investigaciones parecen confirmar cierta idea bastante antigua. Schmitt cita un estudio llevado a cabo por cuatro investigadoras especializadas en estudios de género en 2012, donde "las mujeres tendieron a experimentar más emociones negativas como culpa, vergüenza y pena en menor grado". Lo mismo ocurre con la ansiedad social y la ansiedad adolescente.

En esta otra investigación los científicos encontraron que "las mujeres reaccionan con más tristeza a las películas tristes que los hombres y con más miedo-asco a las películas de miedo-repugnantes". Y más importante aún, como probó otro estudio, "los hombres y mujeres parecen diferir en su activación cerebral en respuesta a algunas diapositivas negativas agradables y desagradables que se les mostró". Por otro lado, las mujeres pueden "reconocer y procesar las emociones negativas de los demás mejor que los hombres" según otra investigación. Definitivamente no somos completamente iguales. Y no es algo negativo.

Además, debemos repetir esa idea antes: las diferencias están ahí, probadas por múltiples estudios, pero son muy pequeñas para poder considerarnos verdaderamente distintos en esencia. Al fin y al cabo, somos la misma especie con ciertas particularidades en cada sexo. Unas particularidades que, tal y como afirma Schmitt, deben atribuirse al desarrollo evolutivo. ¿Significa esto que las diferencias biológicas deban suponer algún tipo de discriminación y/o relación desigual entre géneros? No, precisamente se trata de lo contrario: la evolución ha permitido que personas que se identifican con ambos géneros indistintamente de sus genitales cooperen y prosperen. Solamente se trata de limar sus imperfecciones con cultura, educación y respeto.