Hazte estas preguntas si estás pensando en cambiar de trabajo

Hay una enorme diferencia en cuanto al tiempo que dedicas en pensarte las cosas y cuando las haces siguiendo un impulso, por ello aquí hay una guía que puede servirte

No es fácil encontrar el trabajo de tus sueños y, aunque lo encuentres, no estarás cada uno de los días a cada hora siendo espectacularmente feliz. Hay trabajos y puestos de empleo mejores que otros, esto es una realidad, ir pasando por cada uno de ellos te irá dando no solo experiencia sino también visión: sabrás que hay algo en lo que encajas más o que te gusta más. A lo largo de la vida se irán juntando factores donde el éxito no solo dependerá de unx mismx. Entonces es posible que en algún momento te encuentres en una situación en la que ya no quieras seguir trabajando en un mismo sitio. Parece que estás decididx y vas a dejar ese trabajo pero puede suceder que no sea la decisión correcta. El bienestar personal es lo primero pero a veces hay que priorizar y hacernos unas cuantas preguntas antes de decantarnos por algo en concreto. Las siguientes preguntas te ayudarán a saber qué quieres en realidad.

¿Soy yo o son lxs demás?

En algunas ocasiones cambiar de empresa no tiene relación con cómo nos sentimos sino con cómo nos hacen sentir otras personas. Si, por ejemplo, te llevas muy mal con algún compañero o compañera, puede ser un motivo que te lleve a empezar a pensar en irte. Hay que reflexionar sobre ello porque irnos por las redecillas con otras personas nos puede hacer que en otro trabajo diferente vuelvan a ocurrir estos vínculos negativos. Es nuestra responsabilidad poner límites para que las relaciones no vayan más allá del trato profesional ya que si entras en el terreno personal puede haber más posibilidades de que ocurran conflictos. Una idea es ver qué otros departamentos te llaman la atención y pensar en una transición hacia ellos si es que existen.

¿Es por el dinero?

Por encima de alcanzar el éxito está el día a día. Necesitamos pagar el alquiler y todos los gastos que supone simplemente vivir. A veces nos encanta nuestro trabajo pero no nos parece que nos paguen lo que nos merecemos. Si piensas en cambiar de trabajo por este motivo puedes correr el riesgo de perder la parte positiva: que haces algo que te gusta. En este punto hay que reflexionar sobre nuestros objetivos personales y sobre nuestras necesidades. Lo primero antes de tomar una decisión es comunicarle esto a alguien que esté de responsable y pedir un aumento. En el caso de que no sea posible puedes pensar en buscar algo en el mismo ámbito donde puedas cobrar más y lo ideal, antes de dejarlo, sería poder tener un puesto al que ir.

El futuro

En este apartado hay que preguntarse: ¿dónde quiero estar dentro de cinco años? ¿Y dentro de diez? Para saber si estás en un trabajo que te hace feliz y que te da lo que mereces imagínate haciéndolo dentro de algunos años, si lo imaginas y nada de lo que ves te llena puedes plantearte comenzar una transición a eso que deseas. No hay que dejar este trabajo, simplemente empezar a mover piezas para que ocurra y para que encuentres lo que quieres.

A nivel personal

Es muy importante, sea el trabajo que sea, que tu salud mental y tu vida personal estén bien. Esto quiere decir que sea un trabajo que no te afecte en el bienestar de tu día a día. Cuando el empleo pasa estos límites, aunque llegues a casa parecerá que no desconectas. Esto lo puedes reconocer si estás dentro de un bucle en el que odias ir a trabajar o en el que te sientes mental o físicamente afectadx. Cuando nuestra autoestima o nuestra vida personal se ha venido abajo por culpa de un trabajo es hora de irse o cambiar porque lo primero es que nos encontremos bien a nivel personal.