Todxs soñamos, pero muy pocas personas son capaces de tener sueños lúcidos, es decir, ser conscientes de que estamos soñando. Casi al mismo tiempo en que se empezaron a estudiar el funcionamiento y la lógica de los sueños, el especialista en sueños francés Léon d'Hervey de Saint-Denys detectó que había gente que mientras soñaba era capaz de controlar lo que les sucedía mientras dormían. O sea, alguien que estaba frente a la persona que le gustaba podía decidir besarla y empezar una aventura. Era 1867 y, por primera vez, alguien parecía estar sueños lúcidos: sin los límites que te impone la realidad y sin los límites que te impone el hecho de estar durmiendo.
Ahora, científicos de universidades de distintos países se han unido para comunicarse con estos soñadores lúcidos y, a juzgar por la publicación de los resultados de su experimento en la revista Current Biology, lo han conseguido. Han conseguido que personas que estaban durmiendo, en su fase REM, les contestaran preguntas de sí o no y algunos problemas matemáticos. En el momento del sueño, contestaban de manera coherente, pero al día siguiente, los recuerdos eran fragmentarios y algo distorsionados. Pero unos 150 años después de descubrir el sueño lúcido, podemos decir que es posible soñar despierto, la publicación de los resultados de su experimento, o que es posible estar consciente mientras duermes.
Este tipo de investigaciones siempre es apasionante porque te permite imaginar lo que podríamos hacer si de verdad nos pudiéramos evadir de la realidad y adentrarnos en el único lugar donde nadie ni nada nos frena. Pero como dice el artículo de La Vanguardia, estos experimentos son mucho más importantes de lo que parece. "Más allá de lo estético, numerosas preguntas siguen sin respuesta para la ciencia: ¿por qué soñamos? ¿Cómo se crean los escenarios oníricos? ¿Soñar otorga algún beneficio en las funciones del cerebro?", escribe la periodista. Interactuar con personas que están soñando puede ayudarnos a entender muchísimos detalles sobre cómo funciona nuestro cerebro.
En el estudio han participado 36 personas de Estados Unidos, Alemania, Francia y los Países Bajos que han permitido llegar a conclusiones similares, aunque bastante preliminares. "Durante la fase REM del sueño, los individus exhibieron varias capacidades, como la de realizar un análisis perceptual verídico de información nueva, mantener información en la memoria, procesar respuestas simples y expresar respuestas volitivas. Las respuestas incluyen movimientos oculares distintivos y contracciones selectivas de músculos de la cara constituyendo respuestas correctas en 29 ocasiones entre seis de los individuos analizados", explica el resumen del informe.
Está claro que los soñadores lúcidos son personas con capacidades sobrenaturales, viajeros oníricos que viven aventuras que al resto nos parecen imposibles. Ahora, sus experiencias pueden llevarnos a aprender mucho sobre el cerebro humano y, quién sabe si poder reproducir ese mecanismo de manera artificial en nuestras cabezas para que todos podamos soñar despiertos.