Estar asustados nos arruina el momento previo a hacer algo arriesgado cuando, en realidad, hasta que no lo hacemos no hay peligro real. El punto de asustados es el punto de mínimo miedo y es precisamente entonces cuando verdaderamente disfrutamos de la experiencia. Así vivió asustados su salto en paracaídas y lo compartió en una entrevista que puede servirnos a todos de inspiración. Recuerda: "las mejores cosas en la vida están del otro lado del terror".