A estas alturas de la película todos somos conscientes, y los que no deberían ponerse las pilas y serlo ya, de que la orientación sexual es un espectro amplísimo en el que caben infinitas posibilidades. En el extremo de este espectro encontramos la heterosexualidad 100% y la homosexualidad 100%. Dos estudios llevados a cabo por Ipsos Mori, empresa británica experta en investigación de mercado, con un margen de dos años de tiempo entre ambos, demuestra que entre el 11% y el 13% de los baby boomers, mileniales y centeniales es homosexual 100%. Eso parece no haber cambiado, pero el número de heterosexuales 100% sí.
Porque los datos de este estudio, del que se hacen eco desde Xataka, informan de una verdad incuestionable en estos momentos: que cada vez son menos las personas que se declaran 100% hetero. Es cierto que este estudio ha sido realizado únicamente con ciudadanos británicos, pero ninguna investigación hace pensar en una diferencia en la proporción de orientaciones sexuales entre países. La pregunta es: ¿Cuántas personas se siguen considerando 100% hetero a estas alturas? Pues tan solo la mitad de la gente. La otra mitad reporta ser homosexual, bisexual o sentirse algo atraídos por personas de su mismo sexo.
Parece un fenómeno global. Tal y como señalan desde Xataka, otra investigación de este mismo año, esta vez llevada a cabo en los Estados Unidos, probó también que, mientras la proporción de personas homosexuales 100% resulta muy parecida entre generaciones, la proporción de heterosexuales 100% disminuye conforme las generaciones son más jóvenes. En concreto, allí en Estados Unidos un 78% de los boomers encuestados afirmó sentirse completamente heterosexual, cifra que descendió hasta el 48% en el caso de la generación milenial y la generación centenial. En otras palabras: la heterosexualidad pura está desapareciendo.
Pero la pregunta es inevitable: ¿realmente está produciéndose un cambio en las tendencias sexuales o estamos simplemente ante un reconocimiento más libre de la curiosidad sexual? Debemos tener muy en cuenta que esas generaciones anteriores vivieron en épocas en las que las experiencias homosexuales no eran ni remotamente tan aceptadas como ahora. Y con esto no estamos diciendo que vivamos en un instante de la historia perfecto. No es la panacea para las personas homosexuales, bisexuales o que se encuentran experimentando en su sexualidad. Pero, desde luego, existe una mayor tolerancia general. Es más fácil que nunca reconocer tu verdadera orientación.