Los seres humanos nos sentimos especialmente orgullosos de nuestro cerebro. Es el órgano más venerado y teóricamente el que nos hace diferentes al resto de animales del planeta. Sin embargo, nuestro cuerpo tiene en realidad más de un cerebro. El corazón es el más importante de todos. Según dice en Psychology Today la hipnoterapeuta certificada Jessica Morales, "el corazón tiene 40.000 neuronas y capacidad de procesar, aprender y recordar", además de tener "sus propias emociones". En ese sentido, explica, nuestro estado de mayor armonía aparece cuando sincronizamos el corazón con el cerebro.
Es lo que los especialistas llaman coherencia fisiológica. En palabras de Morales "la coherencia es el estado en el que el corazón, la mente y las emociones están en alineación y cooperación energéticas". Surge ante un sentimiento positivo de compasión o de amor, mientras que desaparece cuando nos invaden emociones de frecuencia negativa "como la ira, la ansiedad o la frustración". En estos casos se "produce un ritmo errático, un estado incoherente". Una pena porque nuestro cerebro tiene la habilidad de aumentar su actividad alfa cuando recibe interaciones armoniosas entre los distintos cerebros del cuerpo.
En concreto, entrar en ese estado de armonía fisiológica potencia las herramientas de alivio de estrés, la creatividad, la perspectiva reflexiva y el aprendizaje, entre otras cosas. Pero necesitamos al corazón con buena vibra para conseguirlo. Piensa que, como asegura Morales, "con un componente eléctrico 60 veces mayor y un campo de energía electromagnética 5.000 veces mayor que el del cerebro, el corazón tiene una influencia significativa en el cuerpo hasta el nivel celular". Tenemos que ponerlo de nuestro lado. Por el beneficio directo, pero también por el beneficio indirecto que proporciona en las relaciones.
Sí, en las relaciones. Porque esas frases rollo "tiene una energía muy sana" o "vaya energía oscura emite esta persona" podrían ser mucho más que mero misticismo new age. "Cuando estamos en un estado altamente coherente es menos probable que nos veamos afectados por la negatividad de otro. De hecho podemos interrumpir la incoherencia en otra persona dado que es mucho más susceptible a las influencias externas. Podemos entrar en una habitación y cambiar los corazones y las ondas cerebrales de quienes nos rodean". Y eso inevitablemente tendrá una repercusión positiva en tu vida y en la de quienes te tienen en la suya.
¿Pero qué podemos hacer exactamente para aumentar la coherencia entre corazón y cerebro? Morales cree que podemos conseguirlo con unos cuantos trucos. "Llevar la atención enfocada al corazón. Utilizar técnicas de respiración relajante. Traer a la mente algo que te haga sentir amor, alegría o gratitud. Amplificar las emociones positivas que surgen como la diversión, la esperanza o la inspiración. Visualizar el envío de estos sentimientos desde tu corazón a tu cerebro. O expandirlo a otras áreas de tu cuerpo, incluyendo células y órganos". Nuestro organismo es una unidad. Encuentra el equilibrio. Todo irá mucho mejor.