Cómo aconsejar a alguien que no quiere escuchar

Hay personas a las que no les gusta oír verdades o que no están preparadas para enfrentarse a algunas situaciones, también hay otras personas que entienden lo que más les conviene

¿Sabes cuando estás hablando con alguien y te das cuenta que te escucha en determinados momentos pero en otros no? Pues bueno, esto puede ocurrir por muchas razones, quizás esa persona está despistada, tiene un mal día o no se encuentra bien, sea lo que sea, existe otro motivo en el que quizás no habías reparado: esa persona solo quiere escuchar lo que le conviene. Como se suele decir, es de esas personas que escuchan solo que quieren oír y este comportamiento hace que sea muy complicado que se dé la comunicación. No solo eso, si esta persona te pide consejo y no atiende a ellos, quizás es que realmente no los quería. Es cierto que no podemos tachar a esas personas e ignorarlas porque hay quienes no están preparadxs para escuchar la verdad o enfrentarse a determinadas situaciones.

“Para comprender el mensaje de quien tenemos en frente no basta con quedarse callado. La mente debe bajar el volumen y focalizarse en el mensaje que nos están transmitiendo”, explican desde explican desde . Es muy complicado, en según qué contextos, aprender a realizar una escucha activa. Es más, si esta escucha existiera en todos los casos no habría malentendidos o problemas. Y claro, cuando empiezan los conflictos esta escucha a medias genera graves inconvenientes, por ejemplo, explican desde o pasan por alto cierta información simplemente porque no han estado atendiendo a la situación.

“Escuchar y hablar a la vez nunca es fácil. Un estudio realizado en el departamento de neurociencia integrativa de la Universidad de San Francisco revela que las regiones cerebrales auditivas y sensitivomotoras encargadas de escuchar y hablas actúan por separado. Es decir, al ser humano le cuesta mucho escuchar de manera activa y razonar más tarde una respuesta”, detallan desde la misma web. Las personas nos hemos ido adaptando a través de esta realidad, controlamos la impulsividad que nos lleva a responder sin pensar, evitamos esperar a que la otra persona se calle para dar nuestro punto de vista sin haber atendido… Hay ciertos comportamientos que adoptamos para favorecer la comunicación y la conexión. Obviamente esto no sucede en el cien por cien de los casos.

Existe algo más: el llamado sesgo de confirmación que lleva a las personas a escuchar solo lo que quiere oír pero no porque le convenga, sino porque valida sus propias creencias. Cuando esto ocurre en el cerebro de la persona todo lo que escuchan lo ajustan a su propia realidad, con lo cual es posible, que entiendan justamente lo contrario a lo que has querido decir. En estos momentos es normal que los consejos que le quieres dar no sirvan. Por ello lo ideal es ir poco a poco o advertir, decir algo como “quizás lo que te diga no vaya a ser de tu agrado” o “¿estás segurx que quieres mi consejo?, puede que mi punto de vista no te guste”. Hay personas que necesitan más tiempo o que solo podrán ejecutar algo cuando ellxs mismxs tomen la decisión de hacerlo.