Niñas muertas, pueblos abandonados y amantes cadáveres: la geografía de España está llena de leyendas que desde pequeños nos tragamos a pelo y sin vaselina. Pero reconozcámoslo, ¿a quién no le gustaba llegar a un lugar y que nos cagaran de miedo con historias que no nos dejaban dormir durante un mes, pero que después usábamos para atormentar a nuestros primos? Y aunque los años y la experiencia nos han hecho superar e incluso olvidar ese dolor de barriga, siempre nos quedará ese famoso "¿pero y si es verdad?”. Aquí vienen cinco de esos escalofriantes rincones con historia, a ver si te atreves a pisarlos luego.
La Mussara maldita Tarragona
En Cataluña existe un pueblo que lleva más de medio siglo deshabitado. Y con las historias que carga a sus espaldas no es de extrañar que sus vecinos decidieran largarse. Quizás fuera por las sectas satánicas que comenzaron a escoger su derruida iglesia como punto de encuentro, o por las muchas personas que se han desorientado y se han esfumado para siempre entre sus calles.
El caso es que se cuenta que en el siglo XIX, durante una de las guerras carlistas, un soldado fue capturado y llevado a Mussara para ser ejecutado. El rehén fue maniatado y colocado frente a la tapia del cementerio, pero cuando el pelotón de fusilamiento se estaba preparando, la caprichosa niebla hizo acto de presencia y borró de un plumazo la visión del escuadrón. Pasó entonces una anciana que practicaba brujería y que, sin querer, se interpuso entre las balas y el prisionero. Cuentan que antes de morir, la mujer tuvo tiempo de pronunciar una maldición, la culpable de que se produzcan todavía hoy psicofonías como esta.
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El fantasma de las Siete Chimeneas Madrid
A las afueras de Málaga, en el barrio de Campanillas, existe un cortijo que fue residencia de los Heredia, una familia de la alta burguesía que compartía amistad con los Larios, propietarios del cortijo Colmenares hoy en día un Club de Golf. Ambas familias habrían pasado desapercibidas a nuestros oídos si no fuera porque a finales del siglo XIX comenzaron a ocurrir desapariciones sistemáticas de niñas que aparecían a la vera de un río asesinadas y después de mostrar signos de haber sido víctimas de rituales satánicos. Se sospecha que los Heredia habrían llevado los cuerpos hasta allí a través de túneles secretos que conectaban ambas haciendas, y por los que los invitados a las “celebraciones” podían circular libremente.
Durante la Guerra Civil, se instaló en Busot un sanatorio para niños enfermos de tuberculosis en los edificios que antes ocupaba el balneario Miramar. A las historias de torturas y malos tratos que circulaban ya en la época, se agregó otra ola de misterio cuando en 2002 la prensa publicó un reportaje sobre fenómenos extraños que estaban ocurriendo allí. Desde figuras humanas a ruidos paranormales, pasando por la aparición de un monje franciscano con un bebé en brazos y de una dama blanca, que se pasea todavía hoy por los corredores del edificio y cuya imagen aparece en un espejo para anunciar la suerte del destino. Si la dama ríe, todo irá bien, pero si solloza, algo malo ocurrirá…
El niño muerto de Jafra Barcelona
En el pequeño y desaliñado pueblo fantasma de Jafra hay un cementerio más olvidado todavía, en el que hace años murió un niño que correteaba por allá. Dicen que su alma nunca pudo descansar tranquila y que, a veces, su imagen cruza la plaza del centro como si fuera un holograma. Suele ser en esas mismas fechas cuando se escuchan lamentos al atardecer, que parecen lloros, y cuando de la “casa poltergeist” como han bautizado los vecinos a una de las fincas abandonadas que todavía sigue en ruinas pero en pie emanan ruidos, golpes y pasos. ¿Te atreverías a acercarte?
