En estos tiempos de sofá y mantita, todos nos enfrentamos como podemos ante el mismo panorama. Esa maldita ola de frío que Brasero y Picazo nos recuerdan cada día y que, por si acaso se te olvida, convierte tu camino a la universidad o el trabajo en una travesía entre los caminantes blancos de Juego de Tronos. Pero a pesar de la conspiración que se traen entre manos el invierno y las bajas temperaturas, siempre habrá algo en tu mano para que, si no tienes más remedio que quedarte en casa, lo hagas con dignidad. En Código Nuevo tenemos mucha imaginación y lo que más nos gusta es compartirla contigo, así que toma nota y que el calor del hogar nos acompañe a todos en este duro trance invernal.
Organizar un spa & wellness casero
Hace un día de mierda, así de claro. Uno de esos en los que miras al cielo y te dan ganas de meterte en la cama para no salir nunca más, never. Pero un escalofrío recorre tu cuerpo cuando, de repente, te das cuenta de que hay un lugar mejor que tu cama calentita y abrazadora en el que te gustaría estar: un salus per aquam o spa de toda la vida.

Querrías teletransportarte a una de sus bañeras de burbujitas pero, como tu bolsillo no puede permitirse según qué alegrías, lo mejor es que empieces una cadena de llamadas para invitar a tus colegas más vip para gozarlo con unos masajitos en tu casa mientras escucháis la lluvia caer y resuenan los truenos de fondo. Planazo.
Degustación de gin tonics caseros
Para hacer una buena degustación de la bebida favorita de la aristocracia victoriana tenéis dos opciones. La primera es hacerla en plan 'pro' y contratar a un mixólogo para que, además de ayudaros a poneros más ciegos que un murciélago, os explique las combinaciones y las propiedades de cada una de las ginebras.

Pero también, y esta la podéis hacer en plan 'de ir por casa', se pueden comprar a lo loco varias botellas y experimentar hasta que se terminen. Recuerda: el orden de los factores no alterna el ciego que vas a pillar.
Un mannequin challenge de los buenos
Un día de estos bajoneros puede ser la ocasión perfecta para lanzar al estrellato a ese artista que llevas dentro. Ponte en situación: tú y tus amigos solos en casa, un smartphone y muy poca vergüenza. El entretenimiento está garantizado: ¿Qué podría salir mal?

Ríete de los 3 graditos que hay fuera mientras pierdes la noción del tiempo —y, de paso, la poca dignidad que te queda— grabando las tomas necesarias hasta que salga algo decente. Si además combinas este plan con la degustación de gin tonics el resultado podría ser épico.
Marcarte una Ouija con un par
Las vistas al exterior son terroríficas, hace mucho frío y es de noche. El escenario te saca a relucir ese gustillo a susto y peli de miedo y, para cuando quieres daros cuenta, tus colegas están con un papel relleno de letras y números junto a un vaso de cristal preparados para cagaros de miedo. Todos juntitos.

Reconozcamos que se trata de uno de los planes más temidos y apetecibles. En realidad, a muchos nos encanta pasarlo mal. Mirar al de al lado y ver su cara de susto no tiene precio, deja un móvil grabando porque de ahí os va a salir otro planazo: ver de risas lo capullos que podéis llegar a ser.
Concurso y cata de tortillas de patata
El mundo es un lugar mejor desde que inventaron la tortilla de patata, eso es así. Pero ¿quién de vosotros es el master chef del grupo? Demostradlo y luego saboreadlas. Además, podréis pasar un buen rato discutiendo si se le debe echar cebolla o si eso de añadir leche es un invento de modernillos.

No hay reglas ni tiempo, pero hay mucha hambre y las expectativas son muy altas así que hay que estar atentos. Consejo: mucho cuidadito al darle la vuelta —con la comida no se juega— especialmente si también lo has combinado con el plan de los gin tonics.
Cena de ‘traje’ por todo lo alto
Si en lugar de llevar un cocinero dentro eres más de los que abusan de los tupperwares de la mamma, con la excusa de que cocina mejor esta es la ocasión perfecta para que se luzca y presumas de ella, este es un plan hecho a medida para ti.

Se llama de ‘traje’ porque consiste en traer algo de casa y que, al final, la cena se convierta una especie de mix de los productos elaborados por las santas manos de vuestras progenitoras.
Una timba de póker con el monedero a mano
Aunque no lo sabías, el clima es un factor muy relevante para jugar al póker. El frío recoge e invita a no realizar ningún ejercicio que requiera un esfuerzo mayor que el de ir a la cocina a buscar algo de dulce para picar.

En esa misma línea, si hay un plan que dure horas y mantenga la emoción sobre la mesa de forma constante es una buena partida de póker, especialmente si hay dinerete de por medio. No te olvides de comprar un buen arsenal de comida y bebida, es material imprescindible para el correcto funcionamiento de la timba.
Conquistar el mundo con el Risk
Ya puestos a encerrarte en casa para olvidarte de una jodida vez del cruel y despiadado frío, que solo te ofrece resfriados, siéntate con tus colegas y pon el mundo sobre la mesa porque ha llegado el momento de conquistarlo. El Risk es el juego de mesa que jamás pasara de moda. Aunque te de palo admitirlo, a todos nos molaría ser Napoleón por un día y lo sabes.

Si después de todas las propuestas que te hemos dado todavía sigues mirando a través de la ventana como pasa el tiempo, aburrido y sin ganas de nada, siempre te quedará una última cosa que puedes hacer con o sin amigos en tu casa: leerte todos los artículos de Código Nuevo. Serás más listo, más culto, más atrevido y más canalla, tú mismo con tu mecanismo.
