Digamos que te has levantado este verano con ganas de aventura natural. Y digamos que andas por Madrid o los alrededores. En este caso, y si cumples ambos requisitos, podrías animarte a visitar las llamadas Cascadas del Purgatorio, cuya belleza se encuentra a la altura de su nombre y en las que podrás disfrutar del ruido salvaje de la naturaleza. ¿A tope con la caminata? Pues entonces tienes tres alternativas: comenzar en el precioso pueblo de Rascafría, hacerlo desde el aparcamiento del Monasterio del Paular o decantarte por arrancar desde el área recreativa de las Presillas. El punto de partida determinará la longitud del trayecto. La hermosura está garantizada desde cualquiera de ellos.
Paisajes que no podrás olvidar
Así lo explican desde Vitónica, medio que propone esta ruta senderista por el gran pulmón de la Comunidad de Madrid. “Si arrancamos desde el monasterio de Santa María del Paular, que es lo más común, tendremos a pocos metros una de las joyas de la corona de la caminata: el puente del perdón”, una construcción histórica de mediados del siglo XVIII denominada Patrimonio de la Humanidad. No lo olvidarás tras tu visita. Al cruzarlo dejarás atrás el río Lozoya y llegarás seguidamente al área recreativa de las Presillas, donde tienes tanto zonas de baño como bares para disfrutar de un chapuzón o tomarte algo tranquilitx. Que no todo va a ser darse la paliza andando.
Una vez ahí, lo único que tendrás que hacer para llegar a las famosas Cascadas del Purgatorio es seguir la estela del Arroyo del Aguilón. Si vas a su lado en todo momento alcanzarás la meta sin pérdida. El ruido de las cascadas te hará saber cuando estás a punto de alcanzarlas. Se trata de saltos de agua provocados por el estrechamiento de las paredes rocosas del propio arroyo. Es un sitio para sentarse a relajarse, dejar de pensar en la vida y sus vicisitudes y limitarse a contemplar con todos los sentidos. Es el típico sitio en el que te das cuenta de que todo eso que te preocupa no es tan importante en realidad. El sentimiento durará poco, pero será un alivio momentáneo precioso.
Esta propuesta del recorrido, partiendo desde el monasterio de Santa María del Paular, “tiene una duración de unas tres horas y media para completar los 11,8 kilómetros de ida y vuelta hasta las Cascadas del Purgatorio”. El desnivel de la ruta es de tan solo unos 264 metros, todo lo cual lo convierte en una aventura de dificultad media. Seguro que puedes con ella. Si te ves con fuerzas, puedes realizar la salida desde Rascafría para añadirle dos kilómetros extras a la ruta. Y si no te ves capaz de darle tanta caña, puedes optar por partir desde el área recreativa de las Presillas. Tendrás que pagar 5 euros para aparcar pero te ahorrarás unos buenos kilómetros.