El Adriático está lleno de sorpresas aún por descubrir. Otras ya las conocemos: buena música, mucho sol, bastante alcohol y un porcentaje muy alto de gente guapa por metro cuadrado. Las playas de Croacia son sinónimo de fiesta. ¿Te va la marcha? Tu destino es la 'Ibiza croata' y sus islas, con raves non stop que no dejan títere con cabeza. Y no vas a tener que dejarte los ahorros. Como la Costa Dalmata se ha convertido en un destino de moda, los vuelos desde las principales capitales europeas salen muy bien de precio.
Festivales con glamour en Hvar

No es Miami y tampoco Mikonos, pero se le parece. Hvar es una de esas islas que, pese a ser aún poco conocida entre los jóvenes europeos, más se está poniendo de moda del Mar Adriático. Cuerpos esculturales, fiestas en alta mar y música electrónica sin descanso. Lo mejor de Hvar es que, pese a su potencial masificación debido a sus famosos festivales, todavía cuenta con numerosas calas vírgenes y casi inexploradas. Tiene playas desiertas, pero también playas paradisíacas con discotecas al aire libre que atraen a diario decenas de barcos llenos de gente glamurosa. De hecho la revista Forbes la llegó a catalogar como una de las islas más exóticas, con más actividades y entretenimiento junto con Hawai y las Bahamas.
El paisaje lunar de Pag y su música

La primera impresión que tiene la mayoría de viajeros tienen al llegar a Pag es la de estar en la Luna. Sin embargo, lejos de las apariencias, la isla está llena de vida. Es una de las pocas islas a las que se puede acceder en coche atravesando un puente, un brazo artificial que la une con el resto del continente. A unos 2 kilómetros de la ciudad de Novalja se esconde la playa de Zrće, conocida en el país como la meca de la diversión, un lugar repleto de gente joven y fiestas interminables. Son famosos sus After Beach Parties con sus gogós y Dj's. Si te mola el plan, anota: las principales discotecas de la zona son Aquarius, Papaya y Kalypso. Abiertas las 24 horas.
Zadar, tierra de contrastes

Para los aventureros. Para los atrevidos. Para los locos fiesteros. Para los fans de la música tecno. Para los amantes del buceo. Para los que no tienen sueño. Para los que no tienen prejuicios. Zadar es todo eso y mucho más. Es tierra de contrastes: allí es fácil compaginar las fiestas en la playa con las visitas a los típicos pueblos de pescadores y, sin olvidarnos, de sus extensos campos de lavanda. Y como curiosidad, no todo el mundo sabe que Alfred Hitchcock llegó a decir que las puestas de sol de Zadar eran las más bonitas del mundo. Y si lo dice él, habrá que tenerlo en cuenta.
Las eco-fiestas de Korcula

Es una de las islas más verdes del Adriático. De ahí que los griegos decidieran bautizarla como Korkyra o Corfú Negro, haciendo alusión a sus paisajes selváticos. Es una de las más remotas de Croacia y no tiene más de 300 habitantes, pero eso no impide que en verano lleguen cientos y cientos de jóvenes en ferry con ganas de bebérselo todo. Es una isla que –aunque ha sido literalmente tomada por la música electrónica– aún conserva tradiciones como la danza Moreska, que se escenifica cada 29 de julio. Si te pilla allí, estarás de enhorabuena. Y como anécdota, los vecinos de Korcula cuentan que es allí donde nació Marco Polo. ¿Quién sabe si será verdad?
Fuente de la foto: Nate Walton