Más allá del lado metafórico, en el mundo también hay carreteras por las que el mero hecho de transitar ya es toda una experiencia y no solo un trámite para llegar a un destino. La primera que se puede venir a la cabeza es la famosa Ruta 66 de Estados Unidos, pero hay muchas más. Están las típicas como el Paso del Stelvio para los amantes del ciclismo en Italia, el color turquesa de la Great Ocean Road en Australia o el Camino de la muerte de Bolivia, considerada la carretera más peligrosa del mundo. Sin embargo existen otras, no tan conocidas, pero no por eso menos impactantes. Aquí tres citas imprescindibles para los amantes del camino.
Transfăgărășan Road, Rumanía

Esta carretera serpenteante que cruza los Cárpatos rumanos es un auténtico espectáculo visual. Fue Nicolae Ceauşescu quien se propuso dar forma a esta obra faraónica de los años 70 como ruta militar estratégica. El resultado: casi 100 kilómetros de asfalto y curvas atravesando montañas, pequeñas aldeas, enormes cascadas y lagos glaciares como el Lago Bâlea. Atravesaréis la famosa región de Transilvania –donde se ambientó la novela del Conde Drácula- y Valaquia, además de las históricas ciudades de Piteşti y Sibiu. De hecho, es en esa carretera donde podréis ver el verdadero Castillo de Bran, la residencia de Vlad Tepes conocido como el empalador.
Y una de las cosas que más llama la atención es el cambio de temperatura que experimentaréis a lo largo del recorrido. La sensación térmica, según la altitud en la que os encontréis, puede variar 10 grados arriba o abajo. Conclusión: Transfăgărășan Road sólo es apta para aventureros.
The Overseas Highway, EEUU

Si recorréis esta impresionante carretera de los Cayos de Florida Miami, tendréis la sensación de estar surcando el mar en un barco aunque sin haber bajado del coche. Gracias a la macro-construcción de 42 puentes, saltaréis de isla en isla y con unas vistas que os dejaran boquiabiertos. La carretera, que se adentra unos 200 kilómetros en el mar, fue trazada en 1938 siguiendo el curso de las vías del ferrocarril que fue destruido por un huracán que asoló 3 años antes la zona.
El recorrido completo son 4 horas. Sale de Miami, pasa por Cayo Largo, por Isla Morada, Marathon y Big Pine Key y llega a Key West. Allí podréis vivir –según algunas guías de viajes- uno de los atardeceres más bonitos del Mar Caribe. Eso se os clavará en las retinas, igual que se le pasó a Arnold Schwarzenegger cuando rodó allí “Mentiras arriesgadas” True Lies.
Trollstigen Road, Noruega

En la región noruega de Rauma se encuentra una de las carreteras más empinadas, estrechas y enrevesadas que conozco. Trollstigen es casi un laberinto que parece no tener fin. Cuenta con más de una decena de curvas de 180 grados y con un 9% -10% de pendiente. Así que llegar arriba es ya una aventura en sí. Si lo conseguís, tendréis delante unas vistas excepcionales de la carretera con el mar de fondo. No os olvidéis de llegar hasta la cascada Stigfossen con 320 metros de caída.
Cuenta la leyenda que allí viven los trolls, esos pequeños seres un tanto feos que se esconden en los bosques. De ahí que el nombre de esta famosa carretera sea Trollstigen, que significa “La escalera del troll”. Si vais a los fiordos noruegos y os gusta la adrenalina, no dejéis de recorrerla.