Con toda nuestra complejidad, a veces somos más sencillos de lo que nos creemos: en esas ocasiones un tipo gracioso de pie, un micrófono y ganas de pasarlo bien son los únicos ingredientes que necesitamos para reírnos a mandíbula batiente durante hora y pico. Hablo, desde luego, de stand up comedy, de monólogos, de esas piezas de teatro cómico en las que una persona se enfrenta a un auditorio ávido de partirse la caja sin más armas que su ingenio y su carisma.
Aunque en los inicios de esta disciplina ser un ‘cuentachistes’ apenas suponía un escalón intermedio en la carrera de un cómico wannabe, hoy en día ir a ver ‘solamente’ un monólogo es un plan tan bueno como cualquier otro para una tarde-noche de fin de semana. Oh, y si es en Barcelona, mejor.
Desde luego, cualquier excusa es buena para visitar la capital catalana –o para explorarla mejor si ya vives en ella-, pero para todos aquellos que estéis un poco hasta las narices de Gaudí, Barça y pantumaca, os lanzamos aquí cuatro ideas para una escapada diferente. Cuatro propuestas de monólogos para este fin de semana en Barcelona:
Para ir sobre seguro, David Guapo

A David Callejuela no lo conoce nadie, pero David Guapo no necesita presentación: tras arrasar en El Club de la Comedia con su desparpajo y su naturalidad, el cómico llenó de carteles de Sold out los teatros de España con su espectáculo/hashtag #Quenonosfrunjanlafiesta. Cargado con una guitarra y toneladas de esa actitud de amigo simpático que tanto gusta en un monologuista, Guapo regresa con una revisión para la que no se ha matado demasiado buscando nombre: #Quenonosfrunjanlafiesta 2.0.
Tiene sentido, porque este espectáculo —que el monologuista y semi-cantautor presenta en la casa donde parió la primera parte, el Club Capitol— no es sino una mutación del original. El producto de tres años de gira en los que ha pulido y retocado un monólogo que integra los típicos “¿a vosotros no os pasa que...?” con apuntes más agudos y las canciones sobre un taburete que ya son marca de la casa. Lo dicho: un plan seguro para pasar una noche divertida y sin complicaciones.
Para trabajadores críticos con el sistema, Neus Grifell

¿Sabes que, si quieres, puedes? ¿Que la clave de tu desarrollo personal está en tu mente y en tu pensamiento positivo? Neus Grifell no acaba de creerse todos estos mensajes que flotan en el ambiente del coaching y las charlas de motivación, y con Speak up! nos sumerge en su visión. O, mejor, dicho, nos invita a un seminario para aprender a hablar en público y convertirnos en unos triunfadores... un seminario que no irá como esperamos.
El peculiar monólogo que Grifell presenta en el Teatreneu de Gràcia nos pone en la piel de esos trabajadores sometidos a la nueva ola de la psicología positiva. Transformándose en cuatro personalidades distintas —la youtuber Jessica Mercedes, la psicóloga Hellen Häss, la enóloga Teresa Sir’osis y la experta en comunicación no verbal Dorey Bodymilk—, la cómica juega con las contradicciones del mundo de la empresa. Y con ella —o ellas—, jugamos nosotros.
Para domingueros empedernidos, Vermunólogos

¡Ah, el vermut! El momento previo a la comida, ese que los menos finos llaman aperitivo... ¿por qué no iba a ser un momento idóneo para darle rienda suelta a la carcajada? Andreu Casanova, Tian Lara y Oscar Sáenz tienen claro que puede ser así, y por eso han creado Vermunólogos: un show que combina monólogos y música en directo pensado para darle un giro a esas horas tontas del mediodía.
Si eres de los que aman el domingo sobre todas las cosas, el Cafè Teatre Llantiol abre sus puertas: un pequeño y confortable rincón del Raval que respira cabaret y magia. Lo humilde del escenario, no obstante, refuerza la filosofía: lo que pasa en Vermunólogos —dicen sus creadores—, se queda dentro de las puertas de la sala.
Para amantes de las sorpresas, Sessió Golfa

Veinte artistas variables y una hora muy concreta: las 23:59h. Cada noche, algo ocurre, pero hasta el momento de empezar uno no sabe qué se puede encontrar. Una fuente de sorpresas en la que cada función es diferente a la anterior y a la próxima. El Eixample Teatre abre una sala pequeña —íntima, dirían algunos— que acoge un espectáculo inusual. Y hasta aquí puedo contar.