Todo el mundo conoce las funciones básicas del amigo conductor. Sí, ese que todos cuidamos como oro en paño porque tiene coche y sirve de chófer a la cuadrilla. De él esperamos que nos lleve fresquitos en verano y calentitos en invierno y le pedimos que nos acerque a nuestros recados, que ponga su coche para las escapadas y los fines de semana con los colegas. Esperamos poco: que nos lleve de aquí para allá y nos deje vivos en el punto de destino. Pero, ¿qué hay del copiloto? Porque no hay cosa peor que un mal compañero de viaje. Pensando en esos pobres conductores hemos elaborado los 10 Mandamientos del Buen Copiloto.
1. Amarás al colega conductor sobre todas las cosas
Él es tu mesías y le debes un respeto. Le defenderás y darás siempre la razón en sus peleas con otros conductores, estarás pendiente de sus deseos y nunca le llevarás la contraria en nada, al menos durante el viaje. Si hay que discutir, ya lo harás en tierra, porque no conviene enfadarlo. ¿O prefieres ir a patita?

2. No tomarás la selección musical en vano
¿Que te pone heavy? Te encanta el heavy. ¿Que le va el folclore? A ti, el folclore, lo que más también. El hecho de ser el conductor le convierte en el prescriptor de tendencias musicales, así que tú a escuchar su selección, aunque sea horrible, y a callar.
3. Santificarás sus rutas
“Por aquí llegamos en la mitad de tiempo”, dirá. “Mentira”, pensarás tú. Pues da igual. Si él dice que por ahí, por ahí, no conviene discutir. No conviene porque él lo tiene muy fácil: “¿prefieres ir en bus o qué?”.

4. Honrarás sus manías y excentricidades
Por muy locas que te parezcan. Y las hay muy extrañas. Igual te pide que lleves el bolso sobre las rodillas porque no quiere que lo apoyes en ningún sitio o que pongas el nivel de sonido de aparato de música siempre en número par ojo si lo dejas en impar que igual se desequilibra y acabáis estampados contra un tronco de árbol. Quién sabe, hay gente muy rara por ahí, pero si ese es el precio por ir sentado tan ricamente, adelante.
5. No ensuciarás
Y pobre de ti como lo hagas. Tendrás que sacudirte hasta el último granito de arena cuando volváis de la playa o hasta la última mota de polvo si venís de excursión por la montaña. Su coche es su castillo, su templo, y ojo como se te caiga una gota de refresco o unas migas de patata frita. Corres peligro de muerte.
6. Darás conversación
Siempre que él la pida. Todo buen copiloto debe mantener entretenido al conductor, porque no vale con montarte y plantar tus pies en la bandeja delantera. Tu colega no es un taxista, así que conviene velar porque no se sienta como tal. Hay que tenerlo contento.

7. No fumarás
Pero que ni se te pase por la cabeza. El cenicero es inviolable y, además, la tapicería coge olor. Y hay otro punto de vista: si el conductor fuma y te lo permite, deberás pasarte el cigarrito encendido y tener un cuidado máximo para no ensuciar nada con la ceniza. Ojo también con los quemazos: un agujero en el asiento supondrá la pérdida automática de la amistad.

8. Cantarás a dúo siempre que el conductor quiera
Y lo que sea. Es más: cuanto más hortera sea la música, más tendrás que gritar. Pantoja, Bertín o las Spice Girls, da igual. No mires raro a tu amigo conductor recuerda que su música es la mejor que existe en el planeta tierra y desgañítate con él hasta quedar sin aliento.

9. No te dormirás
Hombre, eso está feo. Tu amigo no verá con buenos ojos estar viajando con un fardo de patatas que cierra el ojo en cuanto lleváis 10 minutos de viaje. Tienes que estar despierto y presto para atender cualquiera de sus peticiones.

10. No te harás el loco cuando haya que poner bote para la gasolina
Esa es otra. Tu colega ya paga el seguro, el taller y la letra. ¿Qué pones tú, además de tu inestimable compañía? No te hagas el despistado yendo al baño cuando paréis en la gasolinera. Además, se nota enseguida. Apoquina tu parte y piensa que siempre sería más caro ser el dueño del coche.
Cometer cualquiera de estas faltas supone un pecado mortal, así que a abrir mucho los ojos para no enfadar a tu colega-conductor-mesías. Y Moisés que pensaba que Dios se había pasado con sus Mandamientos. De copiloto lo querría ver yo. El caso es que, de toda la vida, tener un coche supone ser libres para decidir dónde vamos, aunque tal vez de momento haya que conformarse con ejercer de copiloto. Cómo será que un 84% de los menores de 30 años sueña con tener un vehículo propio... Así lo asegura un estudio elaborado por la iniciativa #ParaQueQuieresUnCoche.

La campaña ha tenido mucho impacto; los vecinos de la Corredera de San Pablo, en el madrileño barrio de Malasaña, por ejemplo, ya debaten en las aceras y en las redes sociales sobre si su calle debería o no ser peatonal, usando los hashtag #CocheSí y #CocheNo. También decenas de famosos comparten en sus cuentas de Twitter para qué usan sus coches y protagonizan divertidas 'peleas' de 140 caracteres. Ahora te toca a ti responder: ¿#ParaQueQuieresUnCoche?