Que lleves tu móvil absolutamente a todos lados, como si fuera un apéndice inseparable de tu propio organismo, tiene varias consecuencias, la más obvia de todas tu incapacidad para desconectar de tanto estímulo digital y conseguir un poquito de ese silencio mental tan necesario y beneficioso. Pero en cierta medida eso ya lo sabías. Lo que no sabías, sin embargo, es que otra de las consecuencias de ese enganche es que tu móvil está mucho más sucio de lo que puedas imaginar. En concreto, escriben desde Trendencias, “los estudios realizados hasta la fecha lo dejan bien claro: un móvil tiene 18 veces más bacterias que un retrete público”. Es un micromundo en sí mismo.
Y no solo bacterias inofensivas. Según una investigación de la London School of Hygiene Tropical Medicine, en uno de cada seis smartphones puede encontrarse materia fecal y bacterias como E. Coli, Bacillus cereus o Staphylococcus Aureus, todas ellas responsables de intoxicaciones alimentarias o trastornos pulmonares como la neumonía. Muy heavy. Pero, por otra parte, ¿qué esperabas? Tu móvil se expone al ambiente de infinidad de lugares a lo largo del día, además de estar apoyado en superficies tan variadas como la encimera de la cocina, el lavabo del baño o el asiento del autobús. Y, admítelo, no sueles higienizarlo muy a menudo. Quizás incluso no lo hayas hecho jamás.
Pero claramente deberías. Y no de cualquier manera. Como explican desde este mismo medio, basándose en las recomendaciones emitidas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), debes seguir una serie de pasos para asegurarte de desinfectar bien tu teléfono. Para empezar, “equípate con un pañito o gamuza sin pelusas, agua y jabón y alcohol o toallitas desinfectantes”. Utiliza el primero para para retirar la suciedad más evidente, aunque es importante que no te pases con el agua para que la humedad no dañe los componentes del teléfono. Una vez hecho esto, cogela toallita desinfectante con alcohol isopropílico y pásala por todo el dispositivo.
Ahora es hora de secar. Aquí debes tener especial cuidado para que no se cuele humedad en las ranuras del puerto de carga, del micrófono o del altavoz, así como frotar muy suave sobre las lentes de las cámaras para evitar rayones indeseados. No quieres quedarte sin selfies. Pero no guardes tu kit de higiene todavía: debes realizar el mismo procedimiento sobre la carcasa que estés utilizando. Al fin y al cabo, se encuentra totalmente expuesta a los patógenos del ambiente y pueden terminar siendo tan hábitat para los microorganismos como el propio móvil. Y no, no tienes que hacer todo esto compulsivamente cada mañana, pero sí de vez en cuando para proteger tu salud.