El tema de la vivienda en España está en un punto tan chungo que puedes vivir experiencias auténticamente delirantes en tu búsqueda de piso. Sí, esas situaciones en las que entras por una puerta y te encuentras la nevera al lado de la televisión porque no hay más espacio donde meterla en los veinte metros cuadrados de “casa”. O en las que pones un pie dentro y ves las paredes y el techo en un estado digno de épocas pasadas. O en las que simplemente está decente pero el precio es un disparate absurdo. Buscar piso es una odisea. Y lxs agentes inmobiliarios van a intentar camelarte para venderte basura a precio de oro. Este piso por la mañana tiene muchísima luz. Es casi como un exterior.
¿Cuántas personas habrán confiado en la palabra de lxs vendedorxs inmobiliarios y se habrán encontrado después con que la única luz que se infiltra en sus vidas es la de sus portátiles y sus móviles? ¿A cuántas personas se la habrán colado con el rollo ese de que en otros momentos del día que no son los de la visita hay una luz natural súper inspiradora? Demasiadas. Demasiadas porque la situación es tan desastrosa que te aferras a cualquier esperanza de normalidad. Por suerte, ahora tienes a tu disposición una aplicación con la que comprobar cuán luminosa es una casa de verdad. Sin engaños. Sin cabriolas argumentativas. Sin condicionantes. Su nombre es ShadeMap y es muy fácil de utilizar.
Lo único que tienes que hacer es introducir una ubicación del mapa y una época del año. A partir de ahí, ShadeMap calcula la posición del sol y todos los elementos arquitectónicos o naturales que se interponen entre este y tu potencial futura casa. Podrás ver con claridad cuántas horas de luz tienes al día. Y cuántas horas totales disfrutarás al año. Y cuánta sombra habrá recibirás. Así tendrás claro si vas a tener que pagar mucho más en la factura de la luz para no vivir a oscuras y si vas a tener que poner más de tu parte para mantener tu estado anímico en niveles normales. Porque la falta de luz natural afecta psicológicamente. No estás biológicamente preparado para tanta sombra.
En cualquier caso, y una vez más, todo esto nos conduce directamente a la misma realidad: la necesidad de que haya políticas públicas buenas y valientes que te protejan de los abusos. ¿Un piso de 25 metros cuadrados por 950 euros? ¿Una casa sin luz natural, sin rayos de sol, sin aire fresco, por 1100 euros? Del mismo modo que no se permite la venta de cualquier tipo de comida, pues debe superar unos estándares de salud y calidad, deberían intensificarse los que operan sobre las viviendas. Al fin y al cabo, muchas de las casas que se ofertan son claramente anticonstitucionales y un riesgo para la salud mental. No deberías verte obligado a elegir entre un boquete oscuro y uno menos oscuro.