Las mejores croquetas de Barcelona

“No eres una croqueta, no puedes gustarle a todo el mundo”. Pero las croquetas, realmente, SÍ

Los perfiles de Tinder han popularizado una frase que tal vez todos tengamos que tatuarnos a fuego en nuestra menta. “No soy una croqueta, no puedo gustarle a todo el mundo”, define a la perfección dos situaciones importantísimas para afrontar los tiempos que corren. La primera es que debemos quitarnos esa presión por agradar a todo el mundo y una autoexigencia que puede llegar a ser dañina. La segunda es que las croquetas son capaces de lidiar con esa presión porque gustan a todo el mundo. Y aunque parezcan dos ideas que no tienen nada que ver, lo cierto es que se nos ocurren pocas actividades que sirvan más para olvidar las presiones del mundo moderno que comerse unas buenas croquetas. Te contamos dónde.

Croq & Roll

Las destacaba estos días Óscar Broc en On Barcelona, de El Periódico, y lo rubricamos: estas croquetas de Travessera de Gràcia son una delicia. Cerveza artesanal, tapas variadas y también vegetarianas en una carta de lo más diverso garantizan la mejor experiencia croquetera. De vacío con patatas, de pollo al curry, de bikini, de rape y gambas, de tomate y mozzarella, de ceps (cepas) con castañas...y tienes un buen rato más para elegir.

Bodega Sepúlveda

Recomendada hace unos días en Time Out, la croqueta de la Bodega Sepúlveda, restaurante de mantel, tiene de todo. Chipirones, cocido, seta de burdeos, cabrales, tú dirás.

Catacroquet

Elegida como una de las mejores croquetas de la ciudad por el blog Barcelona Secreta, la croqueta del Poblenou es especial. Hip-hop, croquetas, tapas canallas, sol, risas es lo que propone la carta de presentación de su página web. Provolone con espinacas y piñones, gambas tikka masala, rape negro...la oferta es súper original e inabarcable

Croqueta y presumida

Esta nueva cadena de croquetas para llevar ha llegado con fuerza a Barcelona desde el País Vasco. De trufa, de buey, la clásica de jamón, de chipirones en su tinta, de gulas al ajillo e incluso de chocolate, ideal para comer cuando uno tiene prisa. Además, ya hay más de una por Barcelona.

El Suculent

El restaurante de Toni Romero va mucho más allá de la croqueta, pero la de rabo de buey con trompetas de la muerte es un escándalo.