La cocina japonesa es una de las mejores del mundo, más incluso que la española. En los últimos años, ha cobrado especial atención la comida kaiseki, una joya culinaria que fusiona arte y gastronomía, y que fascina a comensales de todo el mundo. Originaria de Japón y arraigada en la tradición de la ceremonia del té, esta forma de cocina sumerge a los comensales en una experiencia sensorial única.
Tiene más de 500 años y es originaria de Kioto, en Japón. La palabra kaiseki se forma por las palabras “kai”, que significa “seno”, y “seki”, que se traduce como “piedras”. Como nos explican en El País, el origen proviene de la costumbre de los monjes durante su formación de llevar piedras calientes en sus túnicas. La calidez de las piedras calientes tenía el objetivo de calmar el frío y el hambre, y la palabra pasó a designar un “tentempié ligero con el que remediar esa sensación ligera de estómago vacío”, nos cuentan también en El País.
En la cocina kaiseki, cada plato es una obra de arte meticulosamente diseñada para deleitar tanto visual como gustativamente. Los chefs kaiseki no solo se esfuerzan por equilibrar los sabores y texturas, sino que también buscan crear una armonía estética que refleje la belleza de la naturaleza en cada plato. Un principio fundamental de la cocina kaiseki es la estacionalidad. Los ingredientes capturan la esencia de cada estación, con técnicas centenarias y honrando la historia de Japón detrás de cada plato. Cada elemento, desde la vajilla hasta la presentación, está cuidadosamente seleccionado para maximizar el disfrute del cliente.
En Madrid, Barcelona o Lleida
Un ejemplo de plato kaiseki sería el “sakizuke”: un plato pequeño que sirve como aperitivo y da inicio a la experiencia kaiseki. Puede consistir en pequeñas porciones de mariscos frescos, como sashimi de pescado de temporada, acompañados de salsa de soja y wasabi.
También existe el “suimono”: un caldo claro y delicado, a menudo a base de caldo de dashi, que se sirve para limpiar el paladar y preparar al comensal para los platos siguientes. Puede contener ingredientes como tofu, setas o verduras estacionales.
El País también nos hace selección de sitios: en Madrid, puedes probar propuestas de gastronomía kaizeki en el Club Allard (Ferraz, 2, Madrid) o en Izariya (Zurbano, 63, Madrid); en Barcelona, en el restaurante Yashima (Av. de Josep Tarradellas, 145, Barcelona) y en Lleida, en el corazón de los Pirineos, con propuestas más informales está el Wagokoro (Plaça de Sant Feliu, 4, Gerri de la Sal, Lleida).