¿Cuánto Vale Tu Trabajo? Cuida Tu Autoestima Profesional

La generación milenial ya nos asomábamos al mundo laboral con la boca pequeña, con la cabeza agachada y la etiqueta de "becario" escrita en la frente. 

La generación milenial ya nos asomábamos al mundo laboral con la boca pequeña, con la cabeza agachada y la etiqueta de "becario" escrita en la frente. Asumíamos de antemano que con la crisis y nuestra falta de experiencia poco podíamos esperar a nivel profesional. Un empleo mal remunerado o totalmente alejado de nuestras aspiraciones y sueños. Está claro que no siempre se consigue todo a la primera, y que muchas veces hace falta empezar desde lo más básico para ir ascendiendo en responsabilidades, creatividad, independencia, resultados económicos y reconocimiento, pero eso no significa que todo se quede ahí, ni que debamos olvidar lo que valemos.

Lo que hemos olvidado en el camino es que nuestro trabajo vale, y nuestro tiempo también. Puede que ese valor no sea muy alto, o que estemos dispuestos a ofrecerlo a cambio de aprendizaje, experiencia, curriculum o alguna otra retribución que no sea económica. Pero el valor lo tiene. Nuestras horas de trabajo al frente de un teclado, una cámara, un cuadro o una barra de bar son horas que no podemos ignorar, infravalorar ni olvidar. Cada minuto, gota de sudor, idea y esfuerzo es valioso, y los primeros que tenemos que recordar su valor somos nosotros mismos.

La autoestima tiene una faceta en el ámbito profesional. Consiste en valorarse a uno mismo con respecto al trabajo que realiza. No se trata de que alimentemos nuestro ego desde una imagen artificial, sino que desarrollemos un amor propio que se nutra de talento, dedicación, afán de mejora constante y horas de esfuerzo. Es cierto que cada vez se lleva más lo de compartir contenidos, tener un blog o un Instagram lleno de recursos al servicio de cualquiera. Es parte de una nueva sociedad que estamos construyendo, más solidaria, abierta y conectada.

Aprovechamos la riqueza de contenidos que nos ofrece Wikipedia, Youtube y tantos bloggers y periodistas dedicados, y de la misma manera, ofrecemos nuestros recursos a los otros. Pero una cosa es que elijamos regalar nuestro trabajo y nuestro talento, y otra distinta es que dejemos que nos lo cojan sin permiso, sin valorarlo ni darle su debido trato, de la misma manera que hay muchas personas que donan a Wikipedia, participan en proyectos de crowdfunding o que son conscientes de que Google o Whatsapp tienen que dar de comer a sus empleados.

Valoremos, pues, el trabajo de los demás y también el nuestro propio. La verdadera generosidad no la ejerce el que da lo que le sobra, lo que considera poco importante o lo que no le gusta, sino aquel que aprecia y valora lo que hace y lo que tiene, y por eso quiere compartirlo y hacer que su valor se reparta y multiplique.

Consejo milenial: valórate, si quieres que otros lo hagan.

 

Crédito de la imagen: Jared Tyler