A Gabriel García Márquez le da un ataque de risa, de placer, de siglo XXI. Desde Madrid, una youtuber de pelo colorido no solo le compara con Kim Kardashian, sino que sale perdiendo. Por mucho. Mientras los colombianos encienden sus antorchas, Macondo entra de lleno en la cultura de la música pop, de la MTV, de las celebrities, de la youtuber que encandila nuestros cerebros, Ter.
Ter es Ester. No lleva ni tres meses en Youtube y ya cuenta con más de 23.000 suscriptores. Tiene 26 años, conexión a internet y una mente privilegiada para elucubrar teorías que estructuran nuestro tiempo. Porque Ter es muy del presente, del Zeitgeist del ahora, con sus mitos y divinidades. Y en la cúspide de todas ellas, Kim Kardashian: “Todo lo que ha ocurrido a lo largo de la historia ha sido para que Kim haya podido existir”, nos cuenta Ter por mail. Porque aunque la diva lleve dos meses de silencio en las redes sociales, su ejemplo, sus curvas y su libro de selfies favoritos siguen iluminando el camino según Ter, claro: “El mundo cada vez va a ir a mejor, pero eso tenemos que hacerlo nosotros liderados por Kim, no se va a hacer solo”.
En los ojos verdes de Ter no hay rastro de ironía. O sí. Ahí está la gracia que fascina. Ter despedaza a nuestro purista interior, hasta que no queda rastro de él. En uno de sus vídeos propone cambiar la proporción áurea por las nalgas de Kim como medida perfecta que, por si alguna vez os lo habéis preguntado, son exactamente 0,047 metros cúbicos. En otro, iguala el tesón de Kandinsky con el de Selena Gómez. También crea un diagrama de calidad de celebrities, muy currado por cierto. No existen los guilty pleasures: las Spice Girls marcaron una época.
Todo este aluvión de presente no está exento de autoindignados y autovíctimas virtuales, como los colombianos que se la machacaron a unfollows por el honor de su Premio Nobel de Literatura: “Me ha llamado mucho la atención la cantidad de haters-cuñados que hay, sobre todo teniendo en cuenta que soy bastante irrelevante, les noto nerviosos y ofendidos, pero no sé por qué”.
A Ter le gusta decir que no es más que "una tía random de Youtube con el pelo de colores". Y sí, quizá lo sea, pero la comunidad 'terdashian' crece cada día y a nadie se le había ocurrido hacer algo ni remotamente parecido. "Descubrí el universo Youtube en 2007 y me pareció fascinante, siempre quise formar parte de esa comunidad", dice. Como las Kardashians con su show, es pionera en esto de derribar muros culturales y eso que es arquitecta.
A Ter le fascina la arquitectura, se le nota. Siempre que puede nos habla con calzador, o sin él de Le Corbusier, de su amigo Euclides y sus 'majaderos' axiomas o nos da un paseo por los edificios de Berlín. Y, nosotros, así, casi sin quererlo, pues hasta aprendemos.
Sí, muy arquitecta, pero, ante todo, belieber, avisa. Y como la música de Justin, el lenguaje por emoticonos o los discursos del mesías, Kanye West, para Ter, Youtube es arte. Mientras unos ven la perdición del ser humano o la supremacía de las máquinas frente al hombre, ella ve posibilidades: desde cómo hacer recetas de pizzas veganas hasta tutoriales para hacerte el selfie perfecto. Eso tiene que ser arte. Un mundo infinito de ideas, de técnicas, de soluciones, de creación sin límites. Arte puro.
"En el futuro me veo en mi habitación con mi ordenador en Tumblr", dice Ter, y avisa de que no va a dejar de producir. Y nosotros, y García Márquez, se lo agradecemos. Y bueno, pues eso es todo, …silencio…, ya está, mirada fija a la cámara, chao sí, los que hayáis visto ya unos cuantos vídeos lo entenderéis.